Trasfondos de Aljucer
Buscando...
domingo, 5 de marzo de 2017

La Huerta Invisible

Trasfondo n º 92:

Así de apañado y lleno de hormigón han dejado los sillares del Molino de Oliver de Aljucer. Elocuente. 

A veces, se hace difícil contenerse. Mucho. Pero trataremos de respirar y de contaros lo que pensamos de la Semana de la Huerta de Murcia y su conexión con lo que vivimos en la Huerta. 

Como es habitual, estas palabras no llegarán a nadie en Murcia que pueda darnos una respuesta. Y si llegan, como se ha hecho hasta el momento, el silencio es la respuesta. 

Llevamos años diciendo desde Aljucer que tenemos un patrimonio único que necesita del apoyo institucional para ser conservado y puesto en valor. Y, aunque nosotros le ponemos voluntad, pueden más otros poderes que no tienen los mismos intereses que aquellos que tratamos de investigar, dar a conocer, poner en valor y difundir cuál es nuestro pasado y qué podemos hacer en el presente para que en el futuro esta identidad y patrimonio que atesoramos sea un opción y una posibilidad para nuestros descendientes. 

Con la excusa de unas obras en los quijeros de la Acequia Mayor de Barreras o Alquibla, desarrollada por la Junta de Hacendados, han rehecho uno de los quijeros en el caz del Molino de Oliver, justo en el centro de Aljucer. 

Quizás les sobró algo de hormigón y decidieron recubrir de hormigón los sillares de los entradores del Molino de Oliver. 

Ahora es cuando queremos que observéis la foto que ha hecho Ricardo. Certera, precisa, directa, muestra cómo han dejado los restos del Molino de Oliver. La foto es muy elocuente. 

Quizás sea desconfianza, quizás hay un punto de maldad, quizás las palabras que nazcan de nosotros sean fruto del dolor y de la impotencia, pero nos parece, que el Ayuntamiento de Murcia no tiene ningún interés en echarnos una mano en defender y cuidar este patrimonio, que, aunque sabemos que no está protegido según las leyes que regulan dicho patrimonio, es digno de ser conservado y puesto en valor, y así lo pensamos muchos de los que vivimos aquí. 

Y si no, vemos con asombro como en la zona norte de la Huerta, se han comenzado, desde hace un tiempo a esta parte, una serie de acciones para proteger, estudiar y poner en valor ciertos elementos de la red de regadíos. Nos alegramos por nuestros vecinos de las pedanías de esta zona. 

Sin embargo, o bien no nos hemos enterado, que también puede ser, pero en la zona sur de la Huerta no hemos conocido ninguna iniciativa en este sentido. Parece como si no existiéramos. 

Los vecinos de la zona tenemos ideas, muchas ideas, que queremos compartir con quien esté interesado en echarnos una mano. Queremos tener un pueblo más cuidado, más agradable, en el que la cultura sea un valor muy presente y que sirva para dinamizar otras tantas facetas de la vida en común de este pueblo. 

Tenemos ideas de cómo poner en valor el patrimonio que atesoramos y cómo nos gustaría que éste se integrara en la vida social del pueblo, incluso como una oportunidad de mejorar en diversas direcciones. Estamos en ello, y queremos que nuestra voz se escuche más allá del Bar Alias, en la ciudad, donde parece que sólo se escuchan cosas negativas de este rincón de la Huerta. 

Volviendo al molino, no fuimos nosotros los que lo demolimos. Pero por su demolición nos han castigado, haciéndonos invisibles. 

De hecho, desde hace mucho tiempo, la idea de que el Molino de Oliver se convirtiera en un núcleo importante en la organización cultural y patrimonial de Aljucer está en el ánimo y en las cabezas de muchos aljucereños que querrían hacer de este lugar tan céntrico de nuestro pueblo, un lugar de ocio, de disfrute y de enriquecimiento cultural. 

Aljucer es un nudo de distribución de aguas en el sistema de regadíos de la Huerta de Murcia. Podemos admirar y conocer en pocos kilómetros, muchos de los elementos patrimoniales frecuentes en la zona durante siglos. 

Pero, desde hace casi diez años, desde la demolición del Molino de Oliver, parece ser que no era conveniente dar a conocer todo el patrimonio que atesoramos y que merece la pena ser mostrado. Es más se han ido dando pasos para su deterioro, ignorándolo o agrediéndolo, en acciones como ésta de cubrir de hormigón estos sillares. 

Evidentemente, nosotros no queremos posicionarnos como víctimas, queremos contribuir a mejorar Aljucer y, por extensión, Murcia. Pero llegan momentos en los que uno se llega a sentir abandonado, ignorado, dolido, por no encontrar ni comprensión, ni apoyo, ni acciones que eviten el deterioro del pueblo, tanto a nivel cultural como patrimonial, lo que conlleva un deterioro social que, los que vivimos aquí, cada vez percibimos de forma más evidente. 

También tenemos que poner sobre la mesa que somos, cada vez, más los que queremos que nuestro pueblo cambie de dirección y que nuestro futuro sea diferente, y por eso, desde hace años, somos muchos los que vamos tratando de cambiar la realidad que tenemos, creando dinámicas de funcionamiento entre nosotros para buscar el bien común, desde la diversidad, con independencia de las ideologías y los puntos de vista de cada uno, que tratamos de integrar en un movimiento en el que todos ganemos. 

También este movimiento vecinal, asociativo, que sabemos que no sólo se circunscribe a Aljucer, es ignorado desde Murcia. 

Mañana comienza la Semana de la Huerta de Murcia. Una iniciativa que, en principio, podría convertirse en una verdadera muestra de la historia, las tradiciones y de todo lo que se mueve y vive en la huerta y en las pedanías, con sus gentes, con rigor, innovando, sin olvidar el pasado, pero haciendo en el presente un punto de encuentro en el que se abordan, de forma global, necesidades, retos, reivindicaciones, ideas... de las gentes de la huerta, en el cual todos nos pudiéramos conocer un poco más y lanzar una imagen potente y diversa de lo que la huerta y sus gentes aportamos a Murcia. Quizás, entonces, no tendría que ser una semana de la huerta, sino convertirse en otra cosa...

Pero tenemos una semana sobre la huerta, sin contar con la gente de la huerta; una semana de la huerta en la ciudad, sin venir a la huerta; una semana de la huerta en la que no está representada la huerta; una semana de la huerta más centrada en Murcia y su forma de mirar a la Huerta que al revés. 

¿Es la Semana de la Huerta que queremos la que no muestra las inquietudes, necesidades y realidades de los que vivimos en ella? ¿La que silencia y obvia realidades que no son especialmente agradables para los gobernantes de la ciudad? ¿La que no se plantea puntos de encuentro y de visibilización de las realidades de las pedanías de la huerta y de sus gentes? ¿La que no pone en valor el patrimonio, de todo tipo, de TODA la Huerta de Murcia?  

Nosotros tenemos nuestras dudas ante estas reflexiones. Para ejemplo, un botón, lo que estamos viviendo en Aljucer y su no presencia en esta Semana de la Huerta ni en los planes culturales y patrimoniales del municipio de Murcia. 

Sólo tenemos clara una cosa. Que nosotros seguiremos trabajando por hacer de Aljucer un lugar mejor, de una forma constructiva, rigurosa, positiva. Es costoso, es lento, pero nos apasiona. 

Con apoyo, esta realidad que ya vivimos avanzaría exponencialmente. Nosotros no nos callamos. Quien tenga oídos, que ESCUCHE. 

Gracias por seguirnos. 

Ginés Marín Iniesta 

 
Back to top!