Trasfondo n º 80:
Para Pablo es peligroso caminar por esta ¿acera?, al principio del Gabaldón
Esta foto, desgraciadamente, es de Aljucer.
Es difícil decir más cosas en menos espacio. Una calle, por donde pasan coches, un niño en una acera casi minúscula, un coche que pasa a la vez, una curva. Al fondo otra acera, llena de desniveles justo en la curva, en el lugar donde se estrecha la calle. Una foto que habla de la caótica ordenación del espacio urbano en este espacio que forma parte del casco urbano / casco antiguo de Aljucer.
La imagen, fruto de la mirada de Ricardo, es una mirada cansada, que no resignada, indignada, que no hiriente, a la que le pondremos palabras y que trataremos de explicar en este trasfondo, ya que no sólo hablamos de aceras.
El lugar preciso en la que está tomada es en el principio de la calle Gabaldón, a la salida de la Plaza de la Cruz.
Como hemos comentado en otros trasfondos, la Calle de la Cruz y la Calle Gabaldón, son vías con mucha solera, que han sido los caminos habituales para ir a Murcia o para ir a la Era Alta.
La Calle de la Cruz, antiguo Camino Real de Cartagena, y el principio de la Calle Gabaldón, llamada así porque, justo por ella, discurría y discurre, ahora tapada, un tramo de la Acequia Gabaldón, tienen un enorme inconveniente, son calles que están, actualmente, confeccionadas para los vehículos y no para los peatones. La causa principal es que no hay una aceras dignas que permitan el trasiego de peatones sin peligro.
Así, de primeras, parece un poco ilógico que, estas dos vías, que están en el centro del pueblo y que, son un lugar de paso obligado de los aljucereños que viven en las zonas de huerta, así como para los vecinos que viven en ellas, tengan esta estructura. No aportan calidad de vida a los vecinos que las utilizan, ni a los peatones ni a los conductores de vehículos, y, además, son una fuente de conflictos y de quejas y malestar por parte de todos sus usuarios.
Este trasfondo no es el lugar en el que aportar ideas para solucionar este asunto, aunque se nos ocurren unas cuantas, pero sí que es un lugar para reflexionar e ir más allá que el dar soluciones, que, para que sean exitosas, tienen que ser reflexionadas y compartidas por todos aquellos que quieran aportar su punto de vista y su opinión en favor del bien común y en base a las posibilidades técnicas que se puedan desarrollar.
Un elemento a tener en cuenta es, aparte de la funcionalidad y de la calidad de vida que aporta la estructura de estas calles, la imagen de dejadez que proyecta con respecto a los que nos visitan. En cierto modo, es como dar a entender que los que vivimos en el pueblo no cuidamos nuestro pueblo y no hacemos los que tenemos que hacer para hacer de este sitio un lugar agradable, en el que estar a gusto y del que poder disfrutar.
Es cierto que existe el malestar, no sabemos si existe la solidaridad suficiente entre los aljucereños para arreglar, de una vez, este tema. Y en eso, creemos que tenemos responsabilidad todos los aljucereños, que nos molestamos, sólo, de aquello que nos afecta a nosotros, en nuestra pequeña parcela, en nuestra calle, en nuestro trozo de acera, en nuestro pequeño "roal", al fin y al cabo, sin importarnos demasiado lo que pasa en otras calles o en otros lugares del pueblo, siempre y cuando, no nos afecte directamente. Y éste es uno de los problemas que, reflexionando, nos encontramos.
Se concreta esta forma de pensar, en algunas ocasiones, con el tema de los desfiles de distinto tipo en Aljucer, en los que, lejos de ser una forma de buscar el bien de todos, tomando las medidas que sean necesarias para que todos podamos disfrutar de todo, molesta si un desfile pasa por un lado y no por otro. Es, sencillamente, llamativo y no deja de ser una muestra de cómo nos organizamos los aljucereños con nuestras cosas.
No hemos sido capaces, en más de 30 años, de resolver este tema, que ya se veía venir desde hace décadas.
Otro de los temas que subyace en este asunto, es el poco margen que tenemos los vecinos de decidir cómo queremos que sea nuestro pueblo. Cómo queremos que Aljucer sea a medio y largo plazo. En ésto, como en muchas cosas, aparte de la parte de responsabilidad que tenemos, que ejercemos de forma más bien irregular, por no decir escasamente, el Ayuntamiento de Murcia, piensa en Aljucer sin tener en cuenta a Aljucer. Y no nos referimos a los que ahora están en La Glorieta, ni a sus anteriores inquilinos, ni a los anteriores... Esta actitud se dilata en el tiempo por mucho más tiempo. Es una forma de gobernar las pedanías sin tener en cuenta lo que quieren las pedanías.
¿Y qué quieren las pedanías? En eso también estamos las gentes que vivimos en estos lugares adormecidos. No tenemos costumbre de pensar en qué queremos, en cómo lo queremos, en cuándo lo queremos, en para qué lo queremos, en cómo ponernos de acuerdo, en cómo llevarlo a cabo para que sea bueno para la mayoría y no sólo para unos pocos, en quién o quiénes tiene que hacerlo...
Por tanto, lo más importante para todos, incluidos nosotros, es cómo y cuándo se va a resolver este tema de las aceras en estas calles (y otras) de Aljucer. Queremos que sea pronto, queremos que sea beneficioso para la mayoría de aljucereños, queremos que estas calles sean más agradables para los peatones, para los ciclistas y funcionales para los vehículos.
A nosotros nos encantaría que los vecinos y la Junta Municipal de Aljucer pudiéramos articular una solución viable que poder trasladar al Ayuntamiento de Murcia para que, cada uno en base a la responsabilidad y poder que cada uno tiene, se pudiera solucionar el tema de las aceras en las diversas zonas del pueblo, que no es sino la punta del iceberg de muchas decisiones y asuntos que tenemos que tratar, dialogar, poner en común, proponer soluciones y llevarlas a cabo...
Hemos dejado pasar muchos años, tratando de poner la responsabilidad de solucionar las cosas en los demás, y creemos que no ha dado resultado esperar a que nos las solucionen.
¿Y si cambiamos la estrategia? ¿Y si tratamos de aportar entre todos soluciones? ¿Y si pedimos que lo solucionen como nosotros pedimos?
Es una forma un poco diferente de ver las cosas.
Por ello, os pedimos que cada uno haga lo que tiene que hacer. Así Pablo, el niño que aparece en la foto, y mucha más gente, no tendrá que exponer su integridad y será más agradable y seguro vivir en Aljucer y transitar por estas calles.
¿Sabes cuál es tu papel? ¿Lo ejerces? Si la respuesta es sí, te felicitamos por ello. Si la respuesta es no, o bien no lo sabes, te invitamos a ver cómo puedes involucrarte en contribuir, de otra forma diferente, al desarrollo del bien común en las cosas de nuestro pueblo.
Nosotros tratamos de hacer lo que podemos.
En todo caso, ¡¡Adelante!!
¡¡Gracias por seguirnos!!
Ginés Marín Iniesta