Trasfondos de Aljucer
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domingo, 27 de septiembre de 2015

Las veletas

ATrés n º 1:

Montaje que muestra la iglesia de Aljucer, que aúna una foto de Ricardo López  y una pintura de Santi García

Quizás la foto – pintura que os presentamos ya la conozcáis, y no estáis equivocados. Ya dedicamos un trasfondo dedicado al viejo cementerio de Aljucer

Esta vez revisitamos esta imagen con una doble perspectiva, la fotográfica, de Ricardo López, y la pictórica, de Santi García, ambos aljucereños. Han emprendido un proyecto artístico mezclando pintura y fotografía. 

Añadiéndole un texto, inauguramos una mirada nueva a Aljucer que, dentro de Trasfondos de Aljucer, hemos bautizado como ATRÉS, en el que, ocasionalmente, vamos a hacer una mirada triple a Aljucer. 

Unas miradas para disfrutar, para apreciar los distintos matices que nos transportan el fotógrafo, la pintora y el escribiente.

Esta vez, partiendo de una imagen que ya os habíamos mostrado, vamos a fijarnos en las veletas

Las veletas son los elementos que coronan torres y cúpulas, bien en edificios civiles, bien en edificios religiosos. Son los relojes del aire, ya que nos indican información muy interesante sobre los vientos. 

En cierto modo, actualmente, las veletas son invisibles, inútiles e, incluso, mudas. Nosotros las arrinconamos, las dejamos olvidadas en las alturas, a la vista de todo el mundo. 

Sin embargo, las veletas son libros en los que leer la meteorología y su influjo en la vida cotidiana, y son el altavoz, la forma de transmitir, de forma simbólica, a que está destinado el edificio en el que se erigen. 

De este modo, las veletas son fuentes de información que, constantemente, emiten mensajes. Es nuestra responsabilidad escucharlo y entenderlo, o no. 

En la iglesia de Aljucer, contamos con dos veletas, en la torre y en la cúpula central. En ambas reina una cruz triunfante, refulgente, con potencias, triunfante. Es un símbolo inequívoco que estamos ante un edificio cristiano, que sintetiza en la cruz todo su mensaje. 

En el caso de la cúpula que se encuentra sobre el crucero de la iglesia, la veleta está rematada por un monograma mariano, un Ave María. La veleta de la cúpula del crucero suele ser la que nos anuncia a quién está dedicado el templo, pues el lugar del templo más cercano al altar, el lugar que suele presidir el/la titular de la iglesia.

Por tanto, el templo honra a la Virgen María, de ahí la existencia del símbolo al que aludíamos. Efectivamente, la iglesia está dedicada a Nuestra Señora de los Dolores justificando así su presencia en la veleta. 

El Ave María es un símbolo, llamado también monograma o anagrama que mediante la unión de las letras “A” y M”, simbolizan, desde la Edad Media, la dedicación o salutación a la Virgen María. 
En cierto modo, simboliza la unión de lo terrenal/humano con lo celestial/divino. Y según la fe cristiana, María encarnó ambas cosas. 

Aunque las veletas de las que podemos disfrutar no tienen un marcador de los puntos cardinales, están en plena forma, ya que cambian de dirección cuando cambia el viento. 

También suele ser el lugar preferido para muchas aves que detienen su vuelo en ellas. 

Os animamos a disfrutar de la foto y la pintura. Os pedimos que, en algún momento que paséis cerca de la iglesia, os paréis y observéis las veletas, preciosidades en metal que nos observan desde las alturas. 

Abusando de vosotros y de vuestra disposición, queremos que, también, en los distintos lugares por los que paséis, si os encontráis con una bella veleta, la admiréis, la observéis, la disfrutéis y la compartáis. 

Las veletas son parte de nuestra cultura, de nuestro paisaje y de nuestro patrimonio, y sólo mirándolas, conociéndolas, comprendiéndolas y dándole sentido, seguirán acompañándonos y no caerán en el olvido. 

Esperamos que os haya gustado y nos encantará saber qué te ha parecido.

Gracias por seguirnos. 

Ginés Marín Iniesta 

 
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