Trasfondo n º 74:
Edificio, en la Carretera del Palmar en donde estuvo ubicada la Escuela Unitaria de niños.
Una de las cosas más bonicas que nos está ocurriendo en el tiempo que estamos realizando los trasfondos, es que ha llegado un momento que la gente nos propone temas.
No siempre es posible. Pero, cuando es posible, la aventura de investigar e ir conociendo, poco a poco, lo que atesora una historia, un lugar, un edificio, una persona…, es una experiencia tremendamente enriquecedora que te ayuda a interrelacionarte con otras personas, a preguntar y a escuchar, a buscar información. Es un trabajo arduo, pero el resultado siempre merece la pena, ya que toda esa sabiduría que estaba depositada en diferentes fuentes, en diferentes vivencias y personas, confluye en la narración de una historia, asociada a una magnífica foto que rescata del futuro olvido, tan solo, un retal del pasado.
Esta vez nos ha ocurrido así. Y estamos muy agradecidos a todos los que han hecho posible que podamos presentaros este trasfondo.
Antonio Zaragoza, un aljucereño al que conocemos y al que nos une una relación de amistad, nos propuso presentar la casa que compartimos en la preciosa foto de Ricardo.
Ricardo ha recogido, con su foto certera y luminosa, como si fuera un cuadro, la luz del atardecer, como presagiando el ocaso que acompaña al olvido del que queremos salvar a este modesto edificio.
Antonio nos contó que, en este lugar, él fue a la escuela, que era una escuela de niños. Que asistió a ella durante los años centrales de la década de los años 60 del siglo XX.
Y no sólo él, sino que también su tío, que aparece en un Viejo Aljucer, fue allí a estudiar.
Y es que, en origen, parece que fue una escuela unitaria de niños. No sabemos exactamente desde cuando estuvo en este lugar. Por diversos testimonios orales sabemos que antes de la Guerra Civil Española no existía, ya que la gente de la zona iba a otras escuelas que estaban en el núcleo urbano de Aljucer.
Uno de los profesores más recordados y conocidos de esta escuela fue Don Francisco Sánchez Matas, a cuya memoria dedicaron el Colegio Nacional del Salabosque.
Francisco era aljucereño. De hecho, parte de su familia aún vive en Aljucer, y les llamaban los “Rinconeros”, o también otros conocían a su familia como “Los Rojillos”.
Parece ser que vivían en lo que llamamos ahora el “Camino de los Muertos”, el camino que va de Aljucer a San Ginés.
Nació en 1916 y estudió en el Instituto General y Técnico de Murcia a finales de los años 20. Posteriormente se formó como maestro y hemos encontrado una cita en la prensa en la que se le adjudicaba una plaza en una escuela unitaria de niños de Aljucer.
El Tiempo (Ed. de la mañana), 1 de noviembre de 1936:
“Sección Administrativa de Primera Enseñanza de Murcia
La Junta para el nombramiento de maestros interinos en esta provincia, en sesión celebrada el día 29 del actual, acordó los siguientes para las Escuelas que se mencionan:
[…]
Don Félix López Bernal, id. (Escuela Unitaria de niños) número 3 de Aljucer.
Don Francisco Sánchez Matas, id. (Escuela Unitaria de niños) número 4 id. (De Aljucer)”
Es curioso este nombramiento en plena contienda civil porque, después de la guerra, siguió dando clase sin ser represaliado por el nuevo régimen.
En el edificio que os presentamos, desarrolló, durante muchos años, su profesión de maestro de escuela.
Desde la década de los años 40 compartió su tiempo de docente con la enseñanza en el centro privado Herma, después Cooperativa de Enseñanza Herma, en el Barrio del Carmen.
A finales de los años 60, las autoridades nacionales junto con las municipales idearon un plan de acción para construir grupos escolares por toda la provincia de Murcia.
Aljucer se benefició de la creación de grupos escolares, tanto en el núcleo urbano, el actual colegio Escultor Juan González Moreno, como en el Salabosque.
Los trámites de proyecto, adjudicación y construcción de 4 aulas con viviendas, en el Salabosque, se llevaron a cabo entre los años 1967 y 1971, año, este último, en que, quizás, comenzó su andadura el llamado, durante varios años, Colegio Nacional Salabosque.
Llegado el momento, el colegio decidió cambiar su nombre y dedicárselo a Francisco Sánchez Matas, un maestro aljucereño muy vinculado a la fundación de este nuevo centro en los años 70.
Tanto la escuela unitaria en la Carretera del Palmar como el colegio del Salabosque han visto pasar por sus paredes muchos aljucereños y aljucereñas, especialmente de zonas como el Carril de las Palmeras, la Carretera del Palmar, el Carril del Salabosque, la Torre Salinas o la Torre Poyo.
A nosotros nos resulta especialmente bonico el poder compartir con vosotros esta pequeña historia que os hemos apuntado, para que recordemos, aun, que en esta casa, muchos aprendieron a leer y escribir y empezaron a formarse siendo niños y, este hecho, para una comunidad que no hace tanto tiempo era analfabeta, es un motivo de alegría y recuerdo.
Hemos querido hacer un esbozo de lo que hemos podido averiguar, pero habría mucho más que decir sobre este tema.
Antes de acabar querríamos agradecer los datos y detalles que nos han ido dando un gran grupo de personas por medio de sus recuerdos y su relato. Este trasfondo está dedicado a todos vosotros.
Cómo nos gustaría que, aquellos que nos leéis y que habéis sido alumnos de este colegio en sus distintas fases, nos contaseis anécdotas o nos hablarais de otros maestros que por allí han pasado.
Nos encanta recuperar con vosotros algo de la memoria de Aljucer, gracias a vuestra propia memoria.
Gracias por seguirnos.
Ginés Marín Iniesta