Trasfondos de Aljucer
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domingo, 2 de agosto de 2015

El horno moruno

Trasfondo n º 73:

Horno de mampostería al estilo moruno en la Manga de Fraile, en Aljucer.

Un horno, moruno, junto a una acequia, casi olvidada, junto a un brazal agonizante, junto a un camino creciente, frente a unas casas, sencillas, rodeado de árboles acorralados. 

Horno de belleza sencilla, casi inadvertida, solitaria, pero llena de fuerza, poderoso. Con raíces, como una puerta al pasado en el presente, y con mucho futuro. 

Ricardo le está dando protagonismo, con esta foto. Un primer plano, en estos tiempos en el que su papel es de mero figurante y una luz que realza su belleza. 

Quizás no sea antiguo, ni esté muchos años construido, sin embargo, este horno simboliza tantas cosas…

El horno es una forma de entender la vida sin luz eléctrica. Una forma de vida que no nos queda muy lejos, impensable ahora. Sólo el uso de leña, de recursos naturales directamente del entorno para hacerlo funcionar, y que aportan su aroma, su calidez y su cuerpo. 

Es una forma de recoger toda la tradición de construcción vigente durante muchos siglos y que ha llegado hasta nosotros, usando, de nuevo, materiales sencillos, como la arcilla, el adobe, la piedra, los ladrillos. Es una concreción de la artesanía, del trabajo manual atesorado por los trabajadores de estas tierras.

Es el ingrediente oculto, el entorno necesario de las comidas con sabor tradicional, añejo. Con un toque que, sólo su uso, proporciona. 

Es el motivo de una cocina tradicional que conlleva rituales y formas de hacer que hemos heredado de generación en generación, en las que el tiempo no apremia y en la que cada cosa tiene su ritmo. 

Los hornos, en otros tiempos, eran un punto de encuentro entre familias y vecinos, un espacio de comunicación y de socialización, del que estamos tan necesitados en estos tiempos de tanto individualismo. 

El horno es, en resumen, un símbolo de una forma de vida respetuosa con la tradición de la zona, con el medio ambiente, con la herencia familiar y de los mayores.

Su existencia, en su entorno, es un toque de atención suave, tal vez, como una caricia, leve, pero intensa, que nos recuerda lo importante que es que no olvidemos de quiénes somos y de dónde venimos como bagaje para afrontar nuestro futuro. 

Deseamos que este horno no desaparezca y que su uso sea habitual y continuado, por muchos años. 

Ojalá haya muchos “hornos” en los que encontrarnos, en los que encender el fuego de nuestra solidaridad, en el que encontrarnos, tanto cada uno de nosotros, como todos, como comunidad. 

En el que cocinemos nuestro futuro, con recetas de presente e ingredientes del pasado. Un futuro sabroso, aromático, en el que alimentarnos, que nos haga crecer, digiriendo la multitud de elementos que aportamos cada uno. 

Sin duda, un horno que es mucho más que un horno. Es un símbolo de los que somos, hemos sido y podemos llegar a ser. 

Nosotros queremos ser como el horno, un lugar cálido, respetuoso, adónde encontrarnos, en el que podamos disfrutar de nuestro pasado, en el presente y pensando en nuestro futuro. Aportando los ingredientes que poseemos para cocinar con vosotros las recetas que decidamos cocinar y disfrutar de todo ello . 

También nos encantaría que no se perdiera la tradición de cocinar en hornos como éste, y que su existencia en Aljucer sea pública y notoria. 

Y tú, ¿Qué piensas? ¿Te atreves a hornear? 

Gracias por seguirnos. 

Ginés Marín Iniesta 

 
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