Trasfondos de Aljucer
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sábado, 18 de junio de 2016

La Música y Aljucer

Trasfondo n º 85:

Dulzaineros y tamborilero en la Plaza de la Iglesia de Aljucer el pasado 30 de abril de 2016

"Lo esencial es invisible a los ojos". 

Esta frase, muy conocida, está dentro de uno de los libros más conocidos de la literatura contemporánea, "El Principito". Y hoy, aunque siempre partimos de una fotografía, vamos a hablar de algo invisible, la música. 

La música, ese arte que es capaz de emocionarnos y de hacernos sentir. Una parte muy importante de nuestras vidas, con la que podemos no vivir, pero que, con ella, ésta es mucho mejor. 

En Aljucer hemos tenido una tradición musical arraigada que, actualmente, debido a nuestra ignorancia, estamos dejando morir y desaparecer y dejando a nuestro pueblo huérfano de músicas que nos identifiquen, que nos acompañen, que nos hagan sentir y disfrutar. 

Hoy queremos hablaros de este patrimonio que no podemos ver, que podemos escuchar, que podemos sentir y que es muy real... y muy frágil. 

Y para hablaros de este tema, no se nos ha ocurrido mejor idea que esta preciosa fotografía de Ricardo. Un cuadro de profundidad, una imagen llena de intención que nos permite hablaros de la música en Aljucer. 

Ricardo estuvo acompañando al Grupo de Música Tradicional "Verinocla", cuyo nombre significa dulzaina en valenciano, de Elche. El grupo, compuesto por dos dulzaineros y un tamborilero, vino a Aljucer a hacer un pasacalles para anunciar que comenzaban las Fiestas de la Cruz 2016. 

El hecho de que este tipo de música esté presente en nuestro pueblo, de primeras, puede parecer algo raro. Sin embargo, tiene un trasfondo bastante antiguo, como el hecho de que el fondo de la foto sea la fachada de la iglesia, el edificio en uso en pie más antiguo que conservamos en Aljucer. 

La dulzaina fue uno de los instrumentos más tradicionales y usados en fiestas en la zona de Murcia, y como no, en la Huerta, hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Los documentos lo atestiguan: 


La Paz de Murcia, el 21 de octubre de 1892, página 2: 

"Aljucer

Una de las funciones religiosas, que, anualmente celebran los feligreses de Aljucer, es la que tendrá lugar el próximo domingo 23 de Octubre, en honor del Stmo. Sacramento y de la Stma. Virgen del Rosario, cuyo programa es el siguiente: 

El día 15 se dio principio al solemne novenario de la Stma. Virgen, cuya Sagrada Imagen se ha sacado procesionalmente todos los domingos del presente mes al toque del Alba, cantando el Santo Rosario los cofrades de la Aurora, cuyos actos han sido en extremo edificantes, tanto por el inmenso número de fieles que la han acompañado entonando sus sagradas alabanzas en los misterios del Stmo. Rosario, como por el recogimiento y devoción de todos los concurrentes y edificación profunda en las misas de Alba con que ha terminado cada uno de estos actos, siendo poco el templo y ancha plaza de esta Iglesia, para tanta concurrencia de fieles.

El jueves, día 20, vendrán el tradicional y popular dulzainero y el pirotécnico, que recorrerán de día los partidos de la huerta, y en las noches amenizarán las veladas en el pueblo con sus respectivas profesiones, quemando la noche de la víspera una lujosa cuerda, precedida de nutridas voladas de cohetes y roncadores, música y otros juguetes pirotécnicos..." 


Es la única referencia que hemos documentado de la presencia festiva del dulzainero en las fiestas en Aljucer, al que califican de popular y tradicional. 

Su presencia, de forma indirecta, también se puede rastrear, aunque sin tanta seguridad, en otra realidad de las fiestas de los pueblos. Nos referimos a la CHARAMITA. 

Este nombre es el que la Real Academia de la Lengua da a la dulzaina y que, de esta forma, es muy conocida en la zona de Valencia. 

No es de extrañar que, si la presencia del dulzainero en las fiestas era "tradicional y popular", y también habla de la noticia de "recorrerán los partidos de la huerta". No es extraño pensar que las charamitas eran tocadas por dulzaineros y no por charangas ni bandas de música como después nos hemos acostumbrado a conocer. 

El hecho de recuperar su sonido en nuestro pueblo supone el retomar parte de nuestro patrimonio musical que hemos olvidado. 

Pero, lo más grave, supone que, actualmente, tenemos un gran patrimonio musical, entendido de una forma extensa, que está en grave peligro de desaparición. 

Un patrimonio inmaterial e invisible que está en nuestras manos el poder conservar. 

Son muchos los aficionados a la música en nuestro pueblo que han contribuido a que la música esté presente en nuestra historia y en nuestro pueblo. 

No es fácil hablar de personas sin olvidarse de ninguna, pero sí podemos hablar en conjunto de los músicos de la rondalla que hubo en el pueblo durante los años centrales y segunda mitad del siglo XX, de los Auroros del Rosario de Aljucer y su contribución hasta mitad del siglo XX, de todos aquellos aficionados que no se incluían en ningún grupo y que les gustaba componer, o tocar un instrumento, o de todas aquellas personas que les gustaba cantar y que aprendían canciones de todo tipo que han ido transmitiendo de generación en generación a sus familiares. 

Mucha gente, muchas canciones, mucho que conocer, mucho que poner en valor y difundir. 

Podríamos hablar de mucho tipos de músicas. 

Desde todas aquellas oraciones, himnos, cantos, romances, dichos,..., relacionados con motivos y creencias religiosas. En este caso también cabrían todas las canciones relacionadas con los distintos tiempos litúrgicos (Navidad, Semana Santa, festividades religiosas señaladas), relacionadas con la Virgen María, con los santos o con Jesucristo. 

A todo tipo de canciones de distinta temática, como infantiles, de juegos, picantes, de amores, o bien canciones que fueron populares en su época y que han ido pasando, generación a generación, hasta llegar a nuestros días. 

Su longitud puede ser muy corta o muy larga. De lo que se trata es de conocer, grabar, estudiar, poner en valor y difundir todo este patrimonio que, estamos seguros, se encuentra custodiado en todas las familias que viven en Aljucer, aunque los antepasados no sean aljucereños. 

Merece la pena conservar la música que conforma o ha conformado nuestras vidas. recuperando y custodiando todo este patrimonio, también estaremos conservando parte de nuestra historia, tanto familiar como en comunidad. 

Por ello, os proponemos hacer un Archivo Sonoro Musical de Aljucer en el cualquiera que quiera puede hacer su aportación, por pequeña o grande que sea, de forma que, a lo largo del tiempo, consigamos salvaguardar y poner en valor todo el patrimonio que ahora poseemos y que, de no ser guardado, desaparecerá, poco a poco. 

Nos parece una idea interesante y que queremos trasladaros. 

De todos depende que esta idea se convierta en una realidad. Os animamos a participar en ella. 

Aún así, son muchos los que cultivan la música, ya sea en el toque o en el cante, en la actualidad en sus diferentes estilos y a los que les animamos a compartirlo con el resto de aljucereños. Nos enriquecemos todos con su arte. Estamos seguros. 

De hecho, actualmente, en Aljucer, existe una asociación musical que se llama Fuzz Factory, que está trabajando por ser un espacio en el que aquella persona que tengas inquietudes musicales pueda tener un lugar donde poder ensayar y desarrollar su proyecto musical.  

También podemos citar, aun sabiendo que nos dejamos a muchos en el tintero, y pidiendo disculpas por ello, a las peñas huertanas, o a los grupos que conforman algunos aljucereños, como Habitación XXI, o alguna iniciativa más personal como la de Margott Vaum...

Nos gustará ir conociéndolos a todos poco a poco...

Gracias por seguirnos. 

Ginés Marín Iniesta
 
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