Trasfondos de Aljucer
Buscando...
viernes, 9 de octubre de 2015

Contradicción

ATrés n º 2

Foto - pintura de la Acequia Mayor de Barreras a su paso por Aljucer

Hoy os presentamos esta triple mirada a este canal de agua que cruza Aljucer. 

Hoy no queremos fijarnos en su nombre, ni en su peculiaridad, ni siquiera en sus características, sino en su simbolismo.

En principio, destacaremos la belleza que nos trasmiten las obras que os presentamos. Una belleza vital, luminosa e, incluso, sonora. Una belleza plasmada en papel o en lienzo que recoge el precioso conjunto creado en los siglos en los que las acequias nos han acompañado, en los que el agua ha ido besando nuestras tierras, regándolas, haciéndolas productivas, ayudándonos a vivir durante generaciones. 

Tanto la mirada de Ricardo, como la mirada de Santi, son complementarias, pero sirven a esta tercera mirada para incidir en una contradicción grave, que nos inunda. 

Por un lado está la fotografía, que nos presenta una realidad que ya es. Un sistema de canales muy antiguos y únicos que forman parte de nuestro paisaje, de nuestra historia, de nuestra forma de ser y de vivir. Un patrimonio que poseemos, que, en otros lugares estaría puesto en valor y que, aquí, dejamos morir y desparecer, molestándonos, en muchas ocasiones, su existencia o su paso por nuestro pueblo. 

La magnífica fotografía plasma, al detalle, una maravilla que está al alcance de nuestra mano, algo real que, desde nuestro punto de vista, es un tesoro que guardar y que mostrar y compartir, para conocernos, para darnos a conocer. 

Sin embargo, no sabemos crecer respetando su espacio, ni el paisaje que conforma, ni poniendo en valor la historia que se esconde en cada uno de los centímetros de caudal de esta obra de ingeniería única.

Por otro lado, la pintura de Santi, algo más difusa, sin tanto detalle, de colores preciosos pero ciertamente matizados por el prisma de la interpretación de la pintora, inspirada en la realidad pero filtrada por su imaginación y su percepción de la realidad.  

Respetando la intención de la autora, simboliza la idea de huerta que tenemos en nuestro imaginario colectivo. Una imagen ideal, idealizada. Es esa huerta idealizada que celebramos y de la que nos orgullecemos, pero que, ni conservamos, ni respetamos, ni conocemos. 

Vivimos en la huerta, junto a la huerta, pero de espaldas a ella. 

Cada vez hay más distancia entre la sociedad que hemos ido construyendo y el medio en el que vivimos. Cada vez desconocemos más lo que nos rodea y cuál ha sido su papel en la historia que hemos desarrollado como comunidad. 

La progresiva desaparición de las acequias comenzó en el momento en el que nos desconectamos de nuestro paisaje, ignorándolo. Como comunidad, hemos ido olvidando sus nombres, sus puntos cruciales para el riego, sus funciones, sus posibilidades y sus amenazas. Incluso las hemos tapado, desconociendo lo perjudicial que puede ser, para nosotros, enterrarlas.

En fin este ATrés quiere ser la plasmación de la profunda contradicción en la que vivimos los que habitamos la huerta. 

Desdeñamos nuestra realidad, pero a la vez la idealizamos y estamos orgullosos de esa imagen que nos hemos creado. 

Nos parece poco práctico, ya que, quizás, cuando despertemos del sueño que nos hemos creado, sea ya demasiado tarde. Si no somos capaces de conocer y reconocer nuestra realidad y nuestra historia, si no sabemos ponernos de acuerdo y defender aquello que forma parte de la vida de todos nosotros, el futuro no nos parece muy halagüeño. 

Por eso, creemos que es importante que conozcáis las acequias, sus nombres, por dónde pasan, que nos ofrecen, para qué las usaban nuestros mayores, los beneficios y perjuicios que nos han causado. 

A poco que busquéis, encontrareis muchas historias y muchos aspectos que descubrir con respecto a las acequias y a toda la red de regadío de la que somos privilegiados vecinos. 

Ojalá, dentro de muchos años podamos seguir disfrutando en persona de la belleza que ofrecen estos canales. Eso significará que podremos fotografiarlos y nos permitirá, como no, seguir pintándolos con todo lujo de detalles. 

Gracias por seguirnos. 

Ginés Marín Iniesta 

 
Back to top!