Trasfondos de Aljucer
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domingo, 26 de abril de 2015

La cola

Trasfondo nº 61:

Cola de la Acequia del Gabaldón, en el punto en el que vierte sus aguas en la Acequia Mayor de Barreras

Ricardo ha hecho una foto a un rincón muy extraño. Una esquina de una casa, al fondo, una acequia delante, un camino sin protecciones. Un lugar no excesivamente bonito. Un lugar, incluso, peligroso.

Sin embargo, como es costumbre. Partimos de la foto para ir más allá. Nos ponemos manos a la obra. 

Pues bien, lo que veis es un rincón único, un lugar que, según nuestra opinión, deberíamos preservar. 

Uno de esos pequeños y numerosos lugares que contamos en Aljucer, que no son bellos, pero que merecen la pena ser conservados. 

Es uno de los regalos que tenemos por el hecho de que las acequias transiten, bajo nuestro precioso cielo, desde hace muchos siglos, entre nuestras casas. 

Os presentamos la cola de la Acequia del Gabaldón. 

La cola es la parte de una acequia en la que desagua en otro canal o acequia.

En este caso, la acequia que vierte sus aguas es la Acequia del Gabaldón, y la que la recibe, la Acequia Mayor de Barreras o Alquibla. 

La del Gabaldón es una acequia con acento aljucereño, "nace" aguas arriba del Molino de Oliver y "muere" aguas arriba del Puente de la Torre de los Tudelas o Puente del Patitas. 

Sólo recorre y riega tierras de Aljucer. Desafortunadamente, hay una gran parte de la acequia que ya han cubierto, aunque aún podemos disfrutar de la toma y de la cola de dicha acequia. 

En esta pérdida de paisajes y de valores que van asociados al proceso de entubamiento de las acequias, ya os mostramos una foto antigua de un tramo urbano de la Acequia del Gabaldón. 

No es habitual poder ver estos tramos de este tipo de cauces en un núcleo urbano. Y, afortunadamente, nosotros lo tenemos. Repetimos, es algo único. 

Sin embargo, cuando Ricardo hizo la foto, trataba de denunciar la peligrosidad del tránsito por este lugar. La imagen no puede ser más elocuente, al recoger el paso de un ciclista por este lugar. 

Una vez que hemos definido qué tenemos delante de nuestros ojos, el segundo objetivo que queremos abordar es cómo podemos hacer que este lugar no nos moleste. Si logramos conocer y reconocer, y hacer de este rincón un lugar digno de ser visitado y conocido, quizás lo podamos conservar. 

En ningún caso, que se entube y se tape. 

¿Qué proponemos? 

Pues que sea un lugar seguro, en primer lugar, por el que puedas pasar sin tener muchas posibilidades de caer. 

Podemos hacerlo con gusto o podemos hacerlo sin gusto. Si lo hacemos sin gusto, es suficiente con poner ese tipo de vallas metálicas amarillas, feas, que no tienen nada que ver con el entorno en el que están y que contribuyen a afear este espacio. 

Con gusto, se podrían hacer otro tipo de barandas, quizás de madera, que sean seguras y que , a la hora de verlo, le den una cierta calidez y lo dote de cierta estética, relacionada con lo que la huerta es o ha sido. 

Por cierto, esta idea, podría extenderse a los tramos urbanos de acequias, dotándolos de un estética bonica y haciéndolos seguros. 

Quizás se podrían hacer distintas propuestas en las que los vecinos tuvieran posibilidad de decidir sobre la que le gusta más de diversas propuestas dadas. 

En segundo lugar, proponemos que sea un lugar didáctico. Para conseguirlo, algo muy fácil y bastante económico. 

Se trata de hacer un cartel en el que se ponga qué es este rincón, el porqué merece la pena ser conservado así como un mapa con puntos de esos tramos de acequia y lugares singulares asociados a ellas en Aljucer que se podrían poner en valor. 

Damos ideas: El Partidor Nuevo, el Molino de Oliver, la Morera centenaria, Las Corrientes, El Puente "Tuerto", el Puente de la Torre de los Tudelas o Puente del Patitas, las olmedas de las diferentes acequias en el entorno de Aljucer..., y aún nos dejamos algún enclave más. 

Además, este recorrido de sitios emblemáticos, interesantes, únicos y potencialmente bellos, no dista entre sí más de unos pocos kilómetros. A ellos se puede acceder de una forma saludable. Andando o en bici. 

Si hacemos de estos lugares, sitios seguros, limpios y cuidados, como comunidad, los aljucereños, estaremos dando un paso adelante para proyectar una imagen de respeto a nuestras tradiciones y a nuestra historia, a nuestro medio ambiente y a nuestro paisaje. 

Creemos que es cuestión de ganas, de compromiso, de buscar la forma de trabajar juntos en favor del bien común, desde varios niveles. 

Desde el plano vecinal, en el que los aljucereños conocen, respetan y cuidan su patrimonio, al plano institucional, en el que el Ayuntamiento, la Junta de Hacendados, la Comunidad Autónoma y todas las instituciones implicadas, hacen lo posible para que este proceso de embellecimiento, cuidado  y conservación de nuestro patrimonio hidráulico se lleve a cabo. 

El primer paso, que los aljucereños seamos conscientes del tesoro que poseemos y de la necesidad de que seamos nosotros mismos los que seamos los primeros conservadores y difusores de estas señas de identidad de Aljucer. 

Nosotros hacemos lo que podemos. 

¿Tú que opinas? ¿Qué puedes hacer?

Nos encantaría saberlo y que lo compartieras. 

Gracias por seguirnos.


Ginés Marín Iniesta

 
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