Trasfondo n º 46
Solar junto a la Carretera del Palmar, a la altura de Las Barracas
Nueva foto, nuevo trasfondo.
Hoy nos acercamos a la zona de Las Barracas, un área periférica de esta pedanía, casi en el límite con la ciudad de Murcia. La podemos identificar porque se compone, aproximadamente, del grupo de casas que se ubican junto a la Carretera del Palmar, a la altura de la bifurcación con la Ronda Sur.
Este topónimo no es nuevo y lo podemos corroborar documentalmente:
El Levante Agrario, jueves 24 de octubre de 1929, página 1:
"UN INCENDIO
En el lugar conocido por "Las Barracas" sito en el camino del Palmar, se produjo un incendio en una casa de planta baja propiedad del vecino de Aljucer Francisco Gallego Marín.
Dicha casa estaba asegurada.
En sofocar el incendio se tardó unas cuatro horas.
La causa del siniestro fué haber dejado la esposa de Francisco Gallego encendida la cocina, y el viento levantó alguna brasa que fué a caer a la bardiza de cañas secas que había junto a la casa, ardiendo ésta y propagándose el fuego después al interior.
El edificio quedó completamente destruido.
Afortunadamente no ocurrieron desgracias personales.
Las pérdidas se calculan en unas 1.800 pesetas."
Pues bien, debido a que han limpiado un trozo de tierra que había quedado, tras la demolición de alguna casa, nos encontramos un solar y, al fondo, un muro. Detrás de éste, unas casas, de una calle, la calle Nueva, a la que se accede desde el Carril de los Almarchas, sin entrada directa desde la Carretera del Palmar.
La foto, como es habitual en Ricardo, hace que el color y el, siempre presente, cielo sean aliados de la belleza de esta preciosa instantánea. Y ese cielo azul, para nosotros, es signo de la esperanza y de todo lo que nos alumbra.
Llegados a este punto, en el que os hemos situado en qué estamos observando, vamos más allá de la foto.
Por un lado, comenzamos por el solar, sobre el cual se alzaba una casa. Un tipo de casa en un tipo de camino diferente.
Ahora la Carretera del Palmar es una carretera dura, impersonal, práctica, decadente. Los portales de las casas abocan casi sin espacio a un camino lleno de tráfico. Muchas casas están deshabitadas o en ruinas, pues no es un lugar placentero dónde vivir.
Antes, el Camino Real a Cartagena, era una vía custodiada de árboles de hoja caduca que hacían la circulación de vehículos de tracción animal más agradable en las diferentes épocas del año. Las casas, a sus orillas, casas sencillas, con cierta distancia a la propia vía, hacían más agradable la vida en ellas.
Estas vías de entrada o salida de Murcia eran un deleite que saludaba o despedía a los viajeros en su camino por estas tierras.
El solar es el testigo de la agonía de esta zona en la que no es atractivo vivir y la calidad de vida no es la más buena posible.
A su vez, es un símbolo de lo que estamos haciendo con nuestro pueblo, en un sentido amplio y abstracto. Quizás estamos tratando de hacer solares lo que antes eran recios edificios, quizás tratamos de hacer desaparecer, sin ser conscientes, tal vez, aquello que nos ha hecho ser cómo ahora somos.
Por otro lado, el muro, protagonista de este trasfondo.
El muro es una oportunidad o un obstáculo, una posibilidad o una dificultad, es punto de llegada o un punto de partida, una motivación o una desmotivación, es signo de decadencia o huella de nuestro apreciado pasado.
Si os fijáis, está en el centro de la imagen. Es el absoluto protagonista de la escena, enmarcada por el vacío del solar, por la lejanía de las casas, por la protección azul celestial.
Todos los elementos que componen la foto forman parte de una misma realidad, y todos pueden ser vistos como oportunidades u obstáculos.
Depende de la mirada, de la actitud, de las ganas,... ; de tantas cosas que hacen que construyamos el Aljucer futuro en este presente, partiendo del pasado.
Creemos que está en nuestras manos y en las que nos gobiernan.
Bendito solar, bendito muro, bendito rincón que nos invita a reflexionar.
Y tú, ¿Qué ves? ¿Oportunidad u obstáculo?
Nos encantaría que compartieras con nosotros tus reflexiones.
Gracias por seguirnos.
Hoy nos acercamos a la zona de Las Barracas, un área periférica de esta pedanía, casi en el límite con la ciudad de Murcia. La podemos identificar porque se compone, aproximadamente, del grupo de casas que se ubican junto a la Carretera del Palmar, a la altura de la bifurcación con la Ronda Sur.
Este topónimo no es nuevo y lo podemos corroborar documentalmente:
El Levante Agrario, jueves 24 de octubre de 1929, página 1:
"UN INCENDIO
En el lugar conocido por "Las Barracas" sito en el camino del Palmar, se produjo un incendio en una casa de planta baja propiedad del vecino de Aljucer Francisco Gallego Marín.
Dicha casa estaba asegurada.
En sofocar el incendio se tardó unas cuatro horas.
La causa del siniestro fué haber dejado la esposa de Francisco Gallego encendida la cocina, y el viento levantó alguna brasa que fué a caer a la bardiza de cañas secas que había junto a la casa, ardiendo ésta y propagándose el fuego después al interior.
El edificio quedó completamente destruido.
Afortunadamente no ocurrieron desgracias personales.
Las pérdidas se calculan en unas 1.800 pesetas."
Pues bien, debido a que han limpiado un trozo de tierra que había quedado, tras la demolición de alguna casa, nos encontramos un solar y, al fondo, un muro. Detrás de éste, unas casas, de una calle, la calle Nueva, a la que se accede desde el Carril de los Almarchas, sin entrada directa desde la Carretera del Palmar.
La foto, como es habitual en Ricardo, hace que el color y el, siempre presente, cielo sean aliados de la belleza de esta preciosa instantánea. Y ese cielo azul, para nosotros, es signo de la esperanza y de todo lo que nos alumbra.
Llegados a este punto, en el que os hemos situado en qué estamos observando, vamos más allá de la foto.
Por un lado, comenzamos por el solar, sobre el cual se alzaba una casa. Un tipo de casa en un tipo de camino diferente.
Ahora la Carretera del Palmar es una carretera dura, impersonal, práctica, decadente. Los portales de las casas abocan casi sin espacio a un camino lleno de tráfico. Muchas casas están deshabitadas o en ruinas, pues no es un lugar placentero dónde vivir.
Antes, el Camino Real a Cartagena, era una vía custodiada de árboles de hoja caduca que hacían la circulación de vehículos de tracción animal más agradable en las diferentes épocas del año. Las casas, a sus orillas, casas sencillas, con cierta distancia a la propia vía, hacían más agradable la vida en ellas.
Estas vías de entrada o salida de Murcia eran un deleite que saludaba o despedía a los viajeros en su camino por estas tierras.
El solar es el testigo de la agonía de esta zona en la que no es atractivo vivir y la calidad de vida no es la más buena posible.
A su vez, es un símbolo de lo que estamos haciendo con nuestro pueblo, en un sentido amplio y abstracto. Quizás estamos tratando de hacer solares lo que antes eran recios edificios, quizás tratamos de hacer desaparecer, sin ser conscientes, tal vez, aquello que nos ha hecho ser cómo ahora somos.
Por otro lado, el muro, protagonista de este trasfondo.
El muro es una oportunidad o un obstáculo, una posibilidad o una dificultad, es punto de llegada o un punto de partida, una motivación o una desmotivación, es signo de decadencia o huella de nuestro apreciado pasado.
Si os fijáis, está en el centro de la imagen. Es el absoluto protagonista de la escena, enmarcada por el vacío del solar, por la lejanía de las casas, por la protección azul celestial.
Todos los elementos que componen la foto forman parte de una misma realidad, y todos pueden ser vistos como oportunidades u obstáculos.
Depende de la mirada, de la actitud, de las ganas,... ; de tantas cosas que hacen que construyamos el Aljucer futuro en este presente, partiendo del pasado.
Creemos que está en nuestras manos y en las que nos gobiernan.
Bendito solar, bendito muro, bendito rincón que nos invita a reflexionar.
Y tú, ¿Qué ves? ¿Oportunidad u obstáculo?
Nos encantaría que compartieras con nosotros tus reflexiones.
Gracias por seguirnos.
Ginés Marín Iniesta