Trasfondos de Aljucer
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sábado, 16 de agosto de 2014

San Roque, ¿Patrón de Aljucer?

Trasfondo n º 35

Una imagen de San Roque de Aljucer 

En pleno puente, en pleno verano, queremos partir de esta foto. Una foto hecha con mimo por Ricardo de un santo muy popular y conocido. Se trata de San Roque. 

La razón de dedicar este trasfondo a este santo responde a varias razones. Por un lado, el 16 de agosto, la Iglesia Católica celebra la festividad de San Roque, por otro lado, protagoniza, directa o indirectamente, una parte de la historia de Aljucer no muy conocida. 

Y, como sabéis, partimos de una foto de algo que es posible ver en Aljucer. Por esta causa, nos vamos a ocupar primero de la foto y después trataremos de explicaros qué sabemos de San Roque en relación a Aljucer. 

La fotografía que nos ha preparado Ricardo esta semana nos muestra una escultura del santo de origen francés. No es una imagen moderna, parece que es algo antigua y actualmente no es posible verla, aunque en muy poco tiempo será posible contemplarla en la Iglesia de San Lázaro de Aljucer. 

Antes de continuar, queremos dar las gracias a la familia que nos ha facilitado hacerle fotos a esta imagen para ilustrar el trasfondo actual. La historia de ésta da para otro trasfondo que, más pronto que tarde, abordaremos. 

Bien, en el encabezado nos hemos preguntado si este santo, que no la imagen, ya que no lo sabemos, era el patrón de Aljucer. Nosotros no lo tenemos claro, por ello queremos compartir con vosotros la información de la que disponemos y ya, que cada uno, pueda formarse su propio criterio o aportar más información. 

Al parecer, desde hace un tiempo que se conoció, gracias al trabajo de José Mateo Carnicer, "Aljucer: Ensayo Histórico", que la iglesia de Aljucer estaba dedicada a San Lázaro, se llegó a la conclusión de que quizás, éste era el patrón del pueblo. Nosotros ya abordamos este tema en un trasfondo sobre la iglesia. En ese momento lanzamos una hipótesis sobre este tema que habría que sumar a la información que os vamos a exponer. 

Por otro lado, el hablar de San Roque no es cosa nueva en los trasfondos, ya que hablamos de sobre él cuando nos acercamos a la Ermita de Torre Poyo y a sus devociones.

Tampoco es nuestro interés profundizar en su iconografía, ni en su vida, ni en la relación de esta devoción a San Roque con los franciscanos, (que en nuestra zona se concreta en la relación con el Convento de Santa Catalina del Monte).

Nuestro objetivo es tratar de mostrar el grado de relación entre la veneración a este santo y Aljucer. 

En el siglo XVII, el Concejo de la ciudad de Murcia decide que proponer a todos los habitantes de la zona la devoción a San Roque como protector ante las enfermedades infecciosas, especialmente la peste, que hace su aparición durante esta centuria en el Reino de Murcia. 

Creemos que ésta es una de las razones, junto con la extensión de las devociones franciscanas, de la difusión del culto a san Roque en la zona sur de la Huerta de Murcia, y en otros lugares del reino murciano.

Lo que sí es claro es que la primera referencia que se hace a un San Roque, en relación con Aljucer es la siguiente, que aparece en la obra Efemérides Murcianas (1750-1800), publicada por la Real Academia Alfonso X el Sabio de Murcia en 1994. En la página 269, y dentro de la efemérides de 1787, encontramos este apunte: 

Domingo, 11 de marzo de 1787

“En la tarde llevaron en procesión, desde la capilla de palacio, una Virgen de los Dolores, nueva, para Aljucer, hasta el Carmen, donde estaba aguardando el rosario de dicho lugar, que traía a Nuestra Señora del Rosario y San Roque. En dicho rosario se llevaron a la Dolorosa y detrás iba un rosario de mujeres con velas” 


Es una referencia que ya incluimos en el trasfondo dedicado a la Virgen de los Dolores, pero creíamos necesario repetirla. 

Al parecer, la devoción a la Virgen del Rosario y a san Roque es anterior a la de la Dolorosa en Aljucer, pues habla de unas imágenes que ya existen cuando se va a recoger la nueva obra para Aljucer de Roque López. 

Si este dato es revelador, añadimos otro dato. En este caso el contexto en el que se da la información es la llegada de varias imágenes a Aljucer dentro de las diversas obras de reparación y arreglo del templo que se llevan a cabo durante el las últimas décadas del siglo XIX y que adquieren mayor protagonismo con las urgentes intervenciones debido a la Riada de Santa Teresa de octubre de 1879.


La Paz de Murcia, jueves 9 de diciembre de 1881, página 1

"... En 28 de Julio de 1878, se nombró otra nueva junta de reparación, que, abriendo una tercera suscripción se proponía con su producto, la adquisición de un reloj, para la torre de aquella iglesia, y la construcción de una imagen de S. Roque y otra de S. Antonio de Padua.

Se nombró presidente de dicha junta á D. Miguel Gimeno, presbítero; vicepresidente D. Antonio López Segura; depositario D. José Alcaraz Franco, presbítero, y D. Antonio Aroca; secretarios D. José Antonio Gil, D. Francisco Amantes y D. Carlos Roldan; y vocales los demás vecinos del pueblo, contribuyentes a dicha obra.

A este fin se abrió nueva suscripción voluntaria por otros dos años; al escultor D. Francisco Sánchez, se encargó la construcción de la imagen de S. Roque y a D. Pedro Franco la de S. Antonio de Padua; y con D. Juan Beltran y Martínez se contrató un reloj, que alcanza a campana de sesenta arrobas, de tres cuerpos de rodaje, para horas y cuartos, con todas las ruedas de metal, con precio de cuatro mil reales, pagado en dos plazos, con más, mil reales que se gastaron en accesorios y habilitación de la torre para su colocación..."


La Paz de Murcia, miércoles 7 de diciembre de 1881, página 1:

"...La extraordinaria procesión que presenciamos el domingo 13 de Noviembre último de 9 imágenes restauradas por el inteligente y laborioso artista murciano Francisco Sánchez, con destino á la iglesia parroquial de Aljucer; la de San Roque, que dicho escultor construyó el año anterior; la de San Antonio de Padua, construida por el malogrado D. Pedro Franco, y la de Ntro. Padre Jesús..."


Como podéis comprobar, aparecen varias tallas de santos a los que se le tiene devoción en Aljucer. Y se habla expresamente de la ejecución de dos imágenes nuevas desarrolladas por escultores conocidos en Murcia a finales del siglos XIX, Pedro Franco y Francisco Sánchez, (aunque no podemos precisar si Francisco Sánchez Tapia, padre, o Francisco Sánchez Araciel, hijo). 

El caso es que resulta llamativo que haga mención de estas nuevas obras, pues una imagen se realiza si hay una devoción tras ella. Por tanto, parece un indicio de que hay cierta devoción a San Roque en Aljucer a finales del siglo XIX. 

A estas alturas, nosotros ya empezamos a sospechar que la devoción a San Roque y la existencia de alguna imagen en Aljucer delata una importancia de esta figura en el imaginario colectivo aljucereño. 

Sin embargo, hay más informaciones referentes a este tema. Os la mostramos:


El Diario de Murcia, domingo 19 de agosto de 1888 - Página 1: 

“De esta semana han sido las fiestas de la Virgen y de San Roque. La de de la Virgen se ha celebrado, como es ya tradicional, en Elche, con gran pompa religiosa, y en los Alcázares, con gran aparato de feria y de romería. San Roque es el santo del Palmar, de Aljezares, de Aljucer, de muchas ermitas de la huerta y de los alpargateros de Murcia. Es probable que sea el santo de los alpargateros, precisamente, porque el noble de Montpelier, anduvo descalzo por el mundo. De todos modos es de los santos que los pobres adoran y quieren especialmente; pues su vida trasciende como un perfume de santidad a las viviendas más modestas é inflama las almas más candorosas.”


En 1888, en fechas cercanas a la celebración de la fiesta de San Roque, una información en el periódico enumera a Aljucer como uno de los lugares de la huerta en los que San Roque es patrón.

Pero lo sorprendente, para nosotros, y esperamos que para vosotros, es la siguiente crónica escrita en Aljucer para el director del periódico por un aljucereño:


El Diario de Murcia, martes 21 de agosto de 1888 - Página 1:

“LA FIESTA DE ALJUCER.
Sr. D. José Martínez Tornel:

Muy señor mío y respetable amigo: Sumamente emocionado, a la par que altamente orgulloso, tomo en este día mi desautorizada pluma para darle algunos detalles sobre la función religiosa con que los hijos de Aljucer honraron el pasado domingo las virtudes de aquel gran apóstol de la caridad, que en el siglo XIII brilló con el nombre de Roque; sumamente emocionado he dicho, porque no otra cosa siente y experimenta el alma ante manifestaciones religiosas tan espontáneas y conmovedoras, como las que presencié el domingo en dicho pueblo ante la presencia del sabio y virtuoso jesuita P. Tarin; altamente orgulloso, porque con orgullo, sí, admiro la religiosidad de ese pueblo que tan encontrados recuerdos ha depositado en mi corazón.

El sábado por la tarde era admirable, consolador é imponente el espectáculo que ofrecía el pueblo de Aljucer. Las mujeres todas, padres é hijos, jóvenes y ancianos, adornados con sus mejores ropas, llenos de alegría y pendiente de sus cuellos el hermoso y santo escapulario del Sagrado Corazón de Jesús, cantando sentidos himnos a la Virgen, se dirigen a las afueras del pueblo a recibir al mencionado virtuoso padre Tarin, el cual ante espectáculo tan cristiano, grandioso y conmovedor, no pudo por menos de derramar abundantes lágrimas y embargada su alma de sublime emoción decirles «Dios os lo pague.»

A seguida, entre los vítores de aquel pueblo eminentemente cristiano, el referido P. Tarin se dirigió a la iglesia, y allí, después de rezar una oración, absolvió en el tribunal de la Penitencia, a muchísimos hombres, que hacia 25 años no se habían confesado de sus agravio para con Dios.

El domingo por la mañana, el alegre y vibrante sonido de las campanas y las cadenciosas notas de la música, anunciaron a los fieles la celebración de la fiesta del patrón San Roque. Cuando llegamos a la iglesia, estaba toda ella y el atrio de las mismas completamente invadidas presentando un cuadro bellísimo, pues la vimos primorosa y ricamente adornada: el altar mayor, iluminado con profusión de luces artísticamente combinadas, y la iglesia toda, engalanada con hermosas colgaduras y ricas arañas de cristal y bronce. La misa fue muy solemne, el panegírico del santo que pronunció el  P. Tarin, es, sí, el mejor sermón que hemos oído de dicho santo; todo él fue bellísimo, inspirado, elocuente, pero tuvo algunos períodos felicísimos en que unas veces con la galanura y belleza de la poesía, otras con irrecusables y profundos argumentos filosóficos, y en todo su discurso con esa unción evangélica que conmueve y persuade, nos demostró las excelencias y grandezas del alma y la mezquindad del cuerpo, demostrando también que la verdadera felicidad y dicha consiste en la comunicación íntima con Dios.

Tengo la seguridad, que el pueblo de Aljucer no olvidará en mucho tiempo, quizá nunca, el hermoso sermón que el virtuoso padre Tarin pronunció el domingo en la iglesia de dicho pueblo, porque su palabra evangélica, ha sido para ellos bálsamo divino, que ha curado las dolencias de su alma.

Por la tarde se verificó con gran solemnidad la procesión, con una inmensa concurrencia y, por la noche se quemó un bonito castillo de fuegos artificiales, habiendo extrañado que se empezara por el trueno gordo.

Mi enhorabuena al párroco y feligreses de Aljucer, que así cumplen con los preceptos divinos. 

A. S. Avilés.”



Sin duda, este dato es clave para albergar dudas o para poder afirmar que este santo era el patrón del pueblo a finales del siglo XIX y que se celebraban fiestas en su honor. 

El cronista habla de San Roque como patrón de Aljucer y los boatos que se celebran son de primer nivel, ya que el Padre Tarín, era un predicador jesuita de gran fama.

Esta crónica, además, nos ofrece algunos datos de algunas cosas del pueblo, cómo estaba decorada la iglesia, qué tipo de devociones o tradiciones existían, o cómo se celebraba la fiesta del patrón. 

Diez años más tarde, en octubre, durante las Fiestas en honor a la Virgen del Rosario, que abordaremos en los trasfondos, aparece una mención a la imagen de San Roque en la procesión y su presencia con otras devociones destacadas del pueblo.


Resulta interesante leer con detenimiento estas crónicas, pues ofrecen datos que eran interesantes para la época y que, de esta forma, han llegado a nosotros. 

El Diario de Murcia, martes 25 de octubre de 1898 - Página 3: 

“EN ALJUCER

Después del concurrido novenario, se celebró el domingo en Aljucer la fiesta en honor de la Virgen del Rosario que resultó solemnísima. A las diez se celebró la función principal en la que dijo la misa el ilustrado y celoso Sr. Cura D. José Jimeno. Hizo un buen discurso el Sr. López Balanza, de quien conociendo ya sus buenas dotes oratorias huelga todo elogio.

Por la tarde salió una lucida procesión que recorrió las principales ca1les del pueblo con las imágenes de San Roque, San Antonio, la Virgen del Rosario y la de los Dolores, la cual lucia un magnifico manto de  tisú de oro, regalo de su camarera la virtuosa Sra. Dña Inocencia Cardona, y cerraba dicho acto la Custodia llevada bajo palio por el Sr. Jimeno, precedido de la banda del Sr. Espada. 

Entre la numerosa y distinguida concurrencia tuvimos el gusto de admirar á las bellísimas y encantadoras Carmen Estrella y Ana María Ruiz Martínez, Carmen y Encarnación Franco Espin, Josefa y Ana María Galera Nortes, Josefa Bayona, Ángeles Moreno, Josefa Ejea, Feliciana Iriarte. Dolores Gil, Isidora Martínez, Dolores Ruiz Medina, Josefa Espin y otras cuyos nombres sentimos no recordar.
R. G. Valero”


Y después, nada.

Es curioso cómo hemos olvidado todo esta realidad en tan pocos años y cómo no ha quedado huella de tal historia. 

Desde esta interesante foto de esta enigmática imagen que nos ha proporcionado Ricardo, hemos querido acercaros un trozo olvidado de la historia aljucereña . 

Nos gustaría saber qué pensáis vosotros. 

Gracias por seguirnos.  

Ginés Marín Iniesta 

 
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