Trasfondo nº 7
Casa familiar de los Sánchez en Calle Iglesia
Esta semana os mostramos esta foto. La foto de una casa vieja con una higuera tras una valla metálica. Un cielo maravilloso. Todo esto... ¿Es suficiente para un trasfondo de Aljucer?. Empezad a temeros que sí es suficiente.
Ricardo fue el que rescató, con su mirada certera, esta casa invisible. Esta edificación situada en mitad de la Calle de la Iglesia. Pasa casi desapercibida, no llama la atención, no es monumental, y, sin embargo, forma parte plenamente de lo que es Aljucer, a su nivel más cotidiano, y, por extensión, la Huerta de Murcia. Una huella de una huerta que se va.
Esta vez os queremos hablar de las casas en la huerta, de su profundo sentido y significado.
El porqué merece nuestra atención esta casa viene, primeramente, de su situación, actualmente difícil de entender a simple vista.
Está situada junto a la acequia Alquibla Madre, en su flanco norte. Una de las necesidades para la vida es el agua, (agua para beber, para lavar y para regar), y la cercanía a ella es esencial, por tanto, tenemos el primer elemento que determina la situación de esta casa. No podrás ver la acequia, pues está entubada, pero está, te lo aseguramos.
Además, hay que entender dicha casa, exenta de edificaciones, junto a un pequeño grupo de casas, sola, rodeada de tierras de cultivo, cosa que es un poco complicada en este momento, pero que, cualquier aljucereño con más de treinta años es capaz de recordar.
Si la parte trasera está orientada aproximadamente hacia el norte, la fachada se orienta al sur. Por esta orientación de la casa pasa la actual calle, desde donde podemos ver esta instantánea. La entrada está orientada hacia el punto cardinal por el cual disfrutamos de más luz. Por lo tanto, tenemos otro factor que nos ayuda a entender su posicionamiento. Aprovechar la luz solar.
La luz (y el calor) que proporciona el sol, son una bendición o un castigo. Es, a estas alturas, cuando queremos llamar la atención sobre la higuera, una vieja higuera. Un árbol frutal, de hoja caduca. En verano está lleno de hojas y frutos y en invierno, como podemos apreciar en la imagen, sólo podemos admirar sus ramas. En verano nos da sombra y en invierno permite que el sol caliente e ilumine, frente al frío y al mayor tiempo de oscuridad. Éste es el sentido de este árbol silencioso, que araña el cielo.
En este sentido, la gente de estas tierras ha colocado, en esta orientación de las casas, al sur, algún árbol o alguna especie de planta que permita aprovechar los recursos naturales vinculados con el sol. E incluso, como prueba de la sabiduría acumulada y trasmitida durante muchos años, estos vegetales tienen una función de contribuir a la subsistencia. Recordemos: las parras y las uvas, las higueras y los higos, las moreras y las hojas y sus diferentes funciones, etc...
Otra de las cosas que resaltamos es la sencillez de su construcción. Casa humilde, con tejado de tejas a dos aguas, de estructura simple, que ha sido reformada para las necesidades específicas de sus dueños. Hecha de materiales corrientes, (ladrillos, yeso, piedras...). Este tipo de casas son la expresión de una forma de vida de otros tiempos y a otro nivel económico, con muchas más apreturas y muchos menos lujos.
Por otro lado, esta casa, de la familia Sánchez, familia a la que dedicamos este trasfondo, es la casa matriz de la familia, junto a la cual se han establecido las casas algunos de los descendientes de la red familiar. Esta forma de agrupación residencial, también es característica de nuestra zona, dando lugar a que se denominen algunos lugares por el apellido de la familia.
En resumen, de una casa vieja, descontextualizada, ignorada, en el pleno centro de Aljucer, hemos podido recrearnos en la forma y el arte de construir y vivir en la huerta de Murcia.
Este tipo de casas es uno de los pocos vestigios que van quedando y que nos hablan más allá de la mirada. Y ya sabéis cuánto nos gusta ver más allá...
Os invitamos a que lo practiquéis vosotros.
Ginés Marín Iniesta