Trasfondos de Aljucer
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sábado, 30 de mayo de 2015

La entrada

Trasfondo n º 66:

Perspectiva en profundidad de la calle Vereda de Aljucer, desde la carretera de El Palmar. 



Menuda imagen de la que partimos. Una fotografía con muchas posibilidades, sobre la que podemos hablar mucho, en buen y en mal sentido. Ricardo ha hecho una instantánea nada inocente, con mucha intención. 

Aquí tenéis la calle conocida como Vereda en Aljucer, desde la carretera de El Palmar. 

Esta ha sido una de las pocas entradas por la que se accedía a Aljucer desde el Nuevo Camino Real a Cartagena y que conectaba, directamente, éste con el Viejo Camino Real de Cartagena, el actual eje de la Calle Mayor - Calle de la Cruz. De hecho, seguramente es la más antigua, actualmente de las entradas a esta localidad. 

Un sitio emblemático e histórico del pueblo. Un lugar importante, interesante y, como es común en Aljucer, olvidado y dejado. 

Y es que no puede ser menos atractivo y deprimente, menos seguro y descuidado. 

Una entrada peligrosa para peatones y para los coches. Una mala carta de presentación de lo que es Aljucer. 

Si analizamos la foto, justo en el centro de ésta encontramos un tramo sin aceras, peligroso para los peatones, a los que podemos ver en la foto, más aún siendo un lugar de obligado paso para los vecinos que quieran venir del Carril de las Palmeras, de la propia Carretera de El Palmar o de los dúplex de la Piscina, entre otros. 

Por otro lado, a ambos lado de la estrecha entrada, encontramos casas que están deterioradas. En este caso no podemos reprochar nada a los dueños de estas propiedades, pero dan una imagen de dejadez y decadencia. 

En cierto modo, es un signo de la desidia que ha ido sufriendo la Carretera de El Palmar, que se ha convertido, de una carretera nacional con arbolado y con zonas que hacían más confortable la vida de los vecinos de esta vía, (hasta los años 70 del siglo XX podíamos disfrutar de esta configuración dieciochesca del camino, con arbolado que separaba la carretera de las casa, como podemos apreciar a la llegada del camino a El Palmar), a una agresiva arteria de comunicación en donde no es agradable vivir, ni por el entorno, ni por el ruido, ni por las posibilidades de confortabilidad que ofrece. Este hecho viene reflejado en la aparición del autobús que podemos apreciar por el lado izquierdo de la imagen.
  
Aunque, en una casa, no todo es fachada, también es importante cuidar la imagen que proyectamos, y no es exactamente digna, ni para estar orgullosos. 

Sin embargo, nuestro objetivo con este trasfondo es la de ofreceros una visión diferente de este espacio. 

Una calle no es sólo una calle, un nombre no es sólo un nombre. En la calle y en el nombre de dicha vía hay un mundo por descubrir.

La historia de las calles es, en sí misma, la historia de la localidad que las alberga. Un universo que es fruto de las distintas épocas por las que ha pasado y de las personas que las han vivido. En una calle se encierra un universo por descubrir.

Por ello, nuestra intención es que podáis reencontraros con diversos acontecimientos que han ocurrido en el espacio llamado "Vereda de Aljucer" que nos ayudan a reconocer este lugar. Y aún así lo que aportamos sólo es una pequeña parte de lo que, cada uno de los rincones, atesora. 

Vereda, según la Real Academia de la Lengua Española, es un camino angosto para el tránsito de ganado y de personas. Algunos sostienen que era una vereda de ganado, y quizás era así. Al menos nosotros hemos encontrado esta referencia que hace referencia a la "Vereda Real", aunque no tenemos más datos: 

Boletín Oficial de la Región de Murcia, 8 de octubre de 1852, página 2

"Aljucer.
Antonio Egea Cayuelas: una casa sita en la población de Aljucer; linda L. Francisco Matas, M. tierras de la Condesa de Almodovar, P. María Martínez Torres, tasada en 300. 

Antonio Botía: otra id. en id., linda L. Cofradía de Animas, M. Condesa de Almodóvar. P. calle pública, N. camino de Mauríllos, tasada en 520.

Francisco Montalvan Sánchez: otra id. en id., linda L. vereda Real, M. acequia de Aljoravia, N. y P- calle pública, tasada en 450."

Lo que llamamos "la Vereda" es un lugar no demasiado definido que se relaciona con la actual calle Vereda y con el trozo de la Carretera de El Palmar que está en las inmediaciones de la entrada a Aljucer por dicha calle. 

Encontramos referencias a este topónimo desde el siglo XIX. 

Al parecer la Vereda de Aljucer era un camino que vertebraba las comunicaciones en la huerta y del cual, las autoridades municipales, tenían cuidado. 

El Diario de Murcia, 26 de enero de 1898: 

"LA JUNTA DE SOCORROS

Anoche celebró sesión la junta local de socorros en el despacho de la Alcaldía.
A la sesión anterior había asistido el ilustre ingeniero D. Ramón García, á quien la junta oyó con gusto sus manifestaciones sobre el arreglo de los trenques; pidiendo que se le facilitaran varios datos sobre la composición del trenque de Don Payo, que tan buen resultado ha ofrecido: también pidió otros datos de los caminos vecinales para hacer la clasificación que ayer se hizo en caminos de primera y segunda, y que fué así:

De primera: Aljezares, Beniajan, Churra, Santa Catalina, Oríhuela, Monteagudo, Ñora y del Palmar á Aljezares.

De segunda: Albadel, de Espinardo á Guadalupe; vereda de Aljucer, de la Puebla a la Ñora, de entrada al Rincon de Seca, de los Garres á Aljezares, senda de Casillas y de Sangonera á las Cuevas." 


El Diario de Murcia, 29 de enero de 1898, página 2: 

"COMISIÓN DE CAMINOS
Los concejales y propietarios encargados de la composicion de los caminos vecinales y de justificar las cuentas de ellos, son respectivamente:
[...]
Vereda de Aljucer: D. Eduardo Escribano, Sr. Cura Párroco y el alcalde pedáneo."


Por ser un sitio de paso, también era un sitio poblado y con actividad. Un sitio donde vivir agradablemente, con comercios y donde ocurrían cosas. 


El Diario de Murcia, 6 de junio de 1886, página 3: 

"VENTA.—Se hace de una casa en la Alameda de Capuchinos. Para más pormenores, en la librería de D. Pedro Belda, o  tratar directamente con su dueña Tomasa López, que vive en la vereda de Aljucer. 3 - 1"


El Liberal de Murcia, 10 de septiembre de 1916, página 4: 

"SE ALQUILA en la carretera de Palmar, y a unos 300 metros de la vereda de Aljucer, una buena casa, con algibe, huerto y otras comodidades.
Por auséntarse su dueño se precisa el trato lo antes posible.
Razón, en la misma casa, Antonio López López."


La Verdad de Murcia, 23 de noviembre de 1930, página 4: 

"Don Francisco Carrión, don José García Monteagudo y doña Josefa Serrano Ruiz, solicitan la correspondiente autorización para poder construir respectivamente en los caminos de Algezares, vereda de Aljucer y camino de San Javier." 


El Diario de Murcia, 3 de abril de 1888, página 4: 

"AMA DE CRÍA.—Hay una de 21 años de edad y leche de dos meses, que desea criar en su casa. Darán razon en la casa de los Tablachos, en la vereda de Aljucer, preguntando por Miguel Portero."


El Diario de Murcia, 8 de junio de 1888, página 4:

"AMA DE CRÍA.—Hay una que desea criar en casa de los padres. Darán razón, frente á la Vereda de Aljucer, en la carpintería, preguntando por Joaquina Norejos."


El Diario de Murcia, 8 de noviembre de 1889, página 1:

"Otra, para casa de los padres. Darán razón en Aljucer, en la Vereda, preguntando por Dolores la Romana." 


El Diario de Murcia, 31 de enero de 1894, página 4: 

"OTRA: Para casa de los padres, hay una de 17 años de edad y leche de 8 meses. Darán razón, en la Vereda de Aljucer, preguntando por Antonia Torres. 8-8"


El Diario de Murcia, 5 de agosto de 1900, página 4:

"OTRA.—Para criar en su casa hay una con leche de un año y 26 de edad. Darán razón en la Vereda de Aljucer, preguntando por Ángeles Sandoval. 3—2"


El Liberal de Murcia, 1 de agosto de 1928, página 4:

"Ama de cría para su casa, de 28 años de edad, leche de veinte días. Razón: En la vereda de Aljucer preguntando por Dolores Vidal, (2)"


El Liberal de Murcia, 8 de agosto de 1928, página 4: 

"Ama de cría para su casa, de 28 años de edad, leche de veinte días. Razón: Vereda de Aljucer, preguntando por la hija de Dolores la Cárceles. (5)"


Como podéis comprobar, la Vereda ha sido un sitio poblado, de fácil acceso y reconocido. 

Además es muy interesante, gracias a estos apuntes en la prensa, ver quiénes vivían allí y poder tener un leve eco de una forma de vida un poco diferente a la que tenemos nosotros actualmente, especialmente en lo relacionado con las amas de cría. 

El lugar era un sitio de paso, por el que pasaba mucha gente, ya que estamos hablando del camino de Cartagena, el único del que disponíamos y que era una carretera nacional. Por ello ocurrían muchas cosas. 

En los periódicos, fuente en la que nos centramos para tratar de reconocer con vosotros este espacio, solían aparecer sucesos, no del todo satisfactorios ni agradables que nos han permitido saber ciertas características y actividades que ocurrían en este lugar. Lo compartimos con vosotros: 


El Liberal de Murcia, 28 de octubre de 1902, página 2: 

"Hazaña de un borracho.

En la vereda que conduce al poblado de Aljucer, se encontraba anoche un individuo llamado Miguel Franco Alcaraz en completo estado de embriaguez y produciendo escándalo.

El joven Mariano Aroca López, morador en el expresado caserío, tuvo la desgracia de pasar por donde aquél se encontraba, siendo víctima de brutal atropello.

El borracho se arrojó sobre el citado joven y con una pistola le amenazó de muerte, huyendo después de cometer la hazaña.

La guardia civil del Palmar á quien se denunció el hecho ha detenido y conducido á esta capital al aludido sujeto, que ha quedado en la corrección á disposición del gobernador." 


El Tiempo (Ed. de tarde), 10 de agosto de 1911, página 3: 

"TIROS

A punto de entrar en máquina este número, llegan a nosotros noticias de que en la vereda de Aljucer, dos individuos de dicho punto, tío y sobrino, carpinteros, han hecho varios disparos de arma de fuego contra el conductor de tranvía Luciano Martínez.

Afortunadamente no han hecho blanco.

El conductor y sus agresores se dice que tenían resentimientos antiguos."


La Verdad de Murcia, 21 de febrero de 1925, página 2: 

"UN ROBO EN ALJUCER 

LOS LADRONES ENTRAN POR LA CHIMENEA 

En el partido de Aljucer sitio conocido por la Vereda, se ha cometido un robo del que da cuenta al señor gobernador por la Guardia Civil del puesto de El Palmar. 

José López Palma, habita en dicho sitio una casa de planta baja en donde tiene establecida una tienda de comestibles.

El jueves en la noche como de costumbre cerró el establecimiento retirándose a descansar, pero su sorpresa al día siguiente fué grande al notar que había sido robado, sin estar las puertas de la tienda con señales de violencia alguna.

Los cacos descendieren por la chimenea y se llevaron 30 Kilos de longaniza, libra y media de azafrán, cinco sábanas y unas cuarenta pesetas en calderilla.

Se busca a los autores del robo y se ha dado cuenta al Juzgado de instrucción."


Levante Agrario, 9 de noviembre de 1926, página 4: 

"DENUNCIA QUE LE HABÍAN QUITADO 375 PESETAS

En el puesto de la guardia civil de Aljucer se presentó Manuel Sánchez Egea, de 56 años,el que dijo que al dirigirse a su casa, le salió en el sitio La Vereda, su convecino Andrés Carrasco Frutos, al que le adeudaba 750 pesetas.

Andrés, al confrontarse con el denunciante le insultó y amenazó.

Agregó Manuel, que cuando llegó a su casa notó que el Carrasco le habia quitado la cartera en la que llevaba 375 pesetas en billetes.

Parece ser que en este robo hay algo de supuesto."


Levante Agrario, 8 de diciembre de 1926, página 1: 

ATROPELLADO POR UNA BICICLETA

"En el kilómetro 142 de la carretera de Cartagena y en sitio conocido por la Vereda de Aljucer, una bicicleta conducida por Manuel Méndez atropelló al niño José Vivancos.

El niño sufre heridas graves. El ciclista fué detenido y puesto a disposición del Juzgado correspondiente."


La Región, Diario de la República, 5 de marzo de 1933, página 8: 

"Conato de incendio

Ayer noche, próximamente a las ocho y media, se declaró un incendio en una casa situada en el camino de Salabosque, enfrente de la vereda de Aljucer.

Rápidamente se dió aviso al Cuerpo de Bomberos, acudiendo un retén al mando del arquitecto señor Ruiz de León y aparejador señor Beltrí, los cuales lograron extinguir el siniestro sin que se quemase nada mas que un trozo de cubierta de la mencionada casa, calculándose los daños en unas 1.500 pesetas.

Al lugar del siniestro acudieron también los señores López Alemán y Paulino Torres."


La Verdad de Murcia, 9 de julio de 1933, página 8: 

"Denuncia por haberle roto una bicicleta

Se ha presentado en la casa-cuartel de la Guardia civil el individuo Antonio Soriano Tomás, de 24 años, barbero, natural de Jumilla y vecino de dicho barrio, manifestando que en el paraje denominado Vereda de Aljucer y apoyada al pretil de la carretera de Madrid a Cartagena había dejado una bicicleta la cual había sido volcada por un carro pasando éste por encima de ella y ocasionándole importantes desperfectos.

Hechas las averiguaciones necesarias se ha comprobado la denuncia, sabiéndose que el carro marchaba abandonado por ir el conductor a larga distancia del mismo en reunión con otros com
pañeros.

Interrogado dijo llamarse Antonio López Pujante, de 24 años, vecino de Aljucer, el que manifestó ser cierto lo que había ocurrido.

Se ha denunciado el hecho al Juzgado."


Levante Agrario, 1 de febrero de 1935, página 2: 

"Choque de un camión y un carro

Se ha presentado en la Comisaría de Policía, José López Díaz de 45 años, chofer, vecino de Mula, domiciliado en la calle de Federico Balart. 

Manifestó que al llegar al Fielato del Royo conduciendo el camión número 7706 de esta matrícula, que es propiedad de Andrés Giménez, que vive en Mula en la calle de las Mulas, cuando al parar para que reconociesen el coche los consumeros del fielato se cruzó un carro que iba arrastrado por tres caballerías y que era conducido por Antonio López Pellicer, de 20 años, carretero, con domicilio en la carretera del Palmar a la entrada de la Vereda de Aljucer, sitio conocido por el Chico López, dándole un golpe con el carro en el guardabarro derecho que le ocasionó la rotura de este y del faro del mismo
lado, causándole daños que han sido valorados en el taller de José Rabadán en 56 pesetas.

También ha comparecido el carretero Antonio López, el que ha dicho que venía por la carretera del Palmar con dirección a Murcia conduciendo un carro de propiedad de su padre José López Palma, arrastrado por tres caballerías, y al llegar a dicho fielato el camión que venía con bastante velocidad atropelló a la caballería que iba en cabeza dándole un golpe en el costado izquierdo, causándole una lesión que le imposibilitará para el trabajo durante, doce días, causándole perjuicios de unas 60 pesetas.

Los interesados fueron acompañados a la Comisaría por el Guardia municipal número 7."


La Hoja del Lunes, 8 de junio de 1959, página 2: 

"Ángel Fernández Ortiz, de veintiún años, vecino del partido de San Benito, ordenanza de la fábrica de don Alejandro Delgado, subió ayer tarde a la jardinera del tranvía, frente a la vereda de Aljucer. A los pocos momentos se le cayó la gorra, y al intentar cogerla fue atropellado por el tranvía, pasándole una de las ruedas por encima del pie izquierdo." 


Queremos subrayar algunos datos extraídos de las anteriores reseñas periodísticas: 
  • La existencia de un tranvía que circulaba por la Carretera de El Palmar y que tenía una parada en la Vereda, de ahí que aún hoy conservemos una parada de autobús con este nombre, aunque no esté situada en su lugar original, frente a la Calle Vereda. 
  • Los comercios. Nos hablan de una carpintería y de una tienda de comestibles. Un lugar de actividad social. 
  • Las personas. Algunos de los nombres que se citan en las reseñas son antecendentes de familias que, aún  hoy, todavía viven en este lugar. Otras, sin embargo, no viven aquí pero forman parte de la historia de Murcia como Mariano Aroca. 
  • Los sucesos. Desde atropellos a robos o agresiones. Son muy frecuentes en Aljucer y en otros lugares, durante las fechas a las que nos referimos en las distintas citas periodísticas. No dejan de ser curiosas y de mostrarnos también, de alguna forma, el tipo de vida de las gentes en otro momento. 
  • Los topónimos más detallados. Dentro de este lugar, ya de por sí, delimitado por el nombre (Vereda), surgen otras formas de llamar las diversas áreas de éste. Un ejemplo sería el "Chico López", lugar que aparece a la derecha de la foto que os presentamos.   
Ahora os queremos mostrar otra de las razones por las que era conocida esta zona. Os pedimos que leáis atentamente. 


El Diario de Murcia, miércoles 4 de marzo de 1891, página 1: 

"LA SEÑORA 
Doña Josefa Baeza Martínez 
HA FALLECIDO
R. I. P.
Su afligido viudo D. Eduardo Escribano, hermanos D. Vicente, D ª. Teodora, D ª Plácida y D ª Mercedes, hermanas políticas, hermanos políticos Don José Esteve, Don Joaquin Escribano  y  D. José Calvo, sobrinos, sobrinos políticos y demás parientes,
Ruegan a sus amigos que encomienden su alma a Dios y asistan a su funeral y entierro, que tendrán lugar en el dia de hoy en el inmediato pueblo de Aljucer, el primero a las nueve de la mañana y el segundo a las dos de la tarde, por cuyo favor les quedarán altamente reconocidos.
Murcia 4 da Marzo de 1891.
Casa mortuaria: Entrada de la vereda de Aljucer.
No se reparten esquelas."


El Diario de Murcia, martes 4 de agosto de 1896, página 1: 

"DON JOSÉ MATÁS MONTOYA
falleció ayer mañana a las 10 y media en Aljucer, después de recibir los santos Sacramentos.
R.I.P
Su desconsolada esposa, hijos, el presbítero Don José Matás Fernandez y Don Antonio, hija política, sobrino, primos, y demás familia,
Suplican a sus amigos se sirvan encomendarle a Dios y asistir á su funeral y entierro que se verificarán en Aljucer hoy á las nueve de la mañana, favor por el cual les quedarán eternamente agradecidos.

Aljucer (Murcia) 4 de Agosto de 1896.
Casa mortuoria: Vereda de Aljucer."


El Liberal de Murcia, 15 de noviembre de 1921, página 2: 

"El Señor Antonio Ródenas Caballero ha fallecido a los 41 años de edad habiendo recibido los santos sacramentos 
R. I. P.
Su desconsoIada esposa, doña Eduvigis Sánchez Martinez; hijos don José, don Andrés, don Miguel, doña Socorro y doña Carmen; madre, hermanos, madre política, sobrinos y demás familia:

Ruegan a sus amigos una oración por el alma del finado y asistan a su funeral y entierro que se verificará: el primero esta mañana a Ias nueve y el segundo a las dos y media de la tarde en el pueblo de Aljucer, por lo que les quedarán muy agradecidos.

Murcia 15 de Noviembre de 1921.
Casa mortuoria: Aljucer.—El duelo se despide en la Vereda, carretera del Palmar."

La Vereda, lugar de salida y entrada de Aljucer, comos otros puntos de salida y entrada del pueblo, era un lugar emblemático para los entierros y los funerales, ya que la costumbre era que el cura recorriera unos determinados "paso"s con el féretro hasta la iglesia. Por ellos se desplazaba a estos acostumbrados sitios y acompañaba desde allí a los cortejos fúnebres. 

En las esquelas que hemos encontrado, nos habla de casa mortuoria, el lugar en el que se velaba al difunto. Pero, al final, está enlazado con esta tradición que oralmente nos han referido algunas personas que lo recuerdan. 

Por último, y a modo de curiosidad, compartimos una información que habla sobre los bolos huertanos, juego típico y de gran tradición en la huerta, en la que participa un equipo llamado "Vereda de Aljucer"


Murcia Deportiva, 8 de octubre de 1945, página 14: 

"CAMPEONATO REGIONAL DE BOLOS
Temporada de 1944-45

CALENDARIO DE PARTIDOS
Fase previa (Grupo único): Se disputara por los 12 "partidos" que han solicitado y Ies ha correspondido jugarla, con arreglo al calendario que se publica a continuación, que son
los siguientes: Albatalía, Algezares, Beniaján, Cabezo de Torres, Guadalupe, Los Garres, Mariscal, Patino, Puente Tocinos, Santiago y Zaraiche, Taller y Vereda de Aljucer."

Ya sabemos que en este trasfondo nos hemos extendido más que de costumbre, pero es el formato que necesitábamos para hablaros de todo lo que queríamos comunicaros. 

Queremos subrayar que cada calle en la que vivimos es un libro de historia que vamos escribiendo los propios vecinos. En cada una de ellas, tanto las nuevas como las más antiguas, está nuestra historia como comunidad. 

Merece la pena que nos miremos, que nos preguntemos, que averigüemos. En nuestras calles está nuestra historia, durmiendo. ¿Por qué no despertarla y ser conscientes de ella?

Os animamos a mirar las calles como una extesión de lo que somos y construimos como comunidad. Quizás, de esta forma, nos cuestionaríamos muchas cosas. 

Nos encantaría saber qué te parece este trasfondo. 

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Gracias por seguirnos. 

Ginés Marín Iniesta

 
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