Trasfondo n º 60
Huertos en la parte este de Aljucer, entre las acequias de Alguazas y de Barreras
Verde que te quiero verde.
Esta semana presentamos una refrescante foto en la que el verde es uno de los protagonistas.
Ricardo mira, con su imagen, a la huerta más cercana al casco urbano de Aljucer, en su zona este. En primer plano, huertos, con o sin arbolado. Al fondo, Aljucer.
El lugar desde donde hace la foto es una de esas zonas del "Nuevo Aljucer", que, casi todos, conocemos como los "Dúplex de la Piscina". Una zona que ha nacido y crecido de una forma algo extraña, sin mucha reflexión, sin pensar en sus habitantes, creando más inconvenientes que posibilidades y que ha acabado con rasgos que definían durante siglos esa zona.
Pues bien, siendo la foto bonita, casi una composición pictórica en la que se quiere subrayar la perspectiva, el tema que vamos a abordar hoy es un poco amargo.
Nuestro pueblo progresa con dificultad. No sabemos exactamente a qué se debe ni es nuestro interés analizarlo. Lo que sí sabemos es que la forma que hemos tenido de progresar hasta este momento no ha sido la más idónea, ya que, Aljucer, vive más, en el deseo de querer ser otro pueblo que en disfrutar de lo realmente es. Esta afirmación es una sensación que se desprende de la nostalgia de los aljucereños a cosas que hemos perdido y el anhelo a cosas que no tenemos y que ansiamos.
Actualmente, somos la 9 ª pedanía del municipio de Murcia por habitantes. Durante los últimos años la población parece que se ha estancado incluso que ha descendido.
La percepción ciudadana en Aljucer es de cierto estancamiento social, político, económico. Parece que vamos hacia atrás, perdiendo cosas, en vez de ganando. Tenemos sensación de que vamos restando, en vez de sumar.
Toda estas percepciones son una oportunidad o un obstáculo.
Una oportunidad porque nos puede ayudar a mirarnos los unos a los otros y dialogar y discutir qué creemos mejor para nosotros, para el pueblo, basándonos en el bien común, en lo que nos conviene a todos, teniendo en cuanta la opinión de todos aquellos que la quieran dar.
Una oportunidad de pensar, en el presente, en el futuro, a medio o largo plazo, creando un modelo de pueblo que nos agrade y nos haga vivir satisfechos. Hablando con transparencia, con respeto, desde la diversidad, sin rehuir ningún tema que merezca ser tratado.
Por otro lado, lo podemos encarar de otra forma, como un obstáculo. En este caso, los aljucereños no participamos de las decisiones que se toman sobre el desarrollo del pueblo y son sólo unos pocos los que deciden qué está bien y qué está mal para todos, sin apenas debate ni reflexión. Quizás es esta forma de funcionar la que ha sido la más común en Aljucer hasta el momento de escribir este trasfondo.
Desde esta reflexión, que no deja de ser eso, se nos plantea un interrogante: ¿Será el futuro una oportunidad o una amenaza?
Lo más factible, según lo vivido hasta el momento, es que sea una amenaza.
Volvemos a la foto. En ella vemos una huerta que sugiere declive, decadencia. Una huerta amenazada.
¿Seremos capaces de integrar la huerta que nos identifica, las acequias que son un rasgo más del lugar en el que vivimos, en el desarrollo urbanístico del pueblo hacia esta zona? ¿Tendremos la posibilidad de hablar y decidir, con transparencia, qué necesidades tenemos y cómo queremos crecer como pueblo? ¿Podremos pensar en un modelo de pueblo a medio - largo plazo en el que progresemos teniendo en cuenta nuestro pasado, contando con todos en el presente y abriéndonos posibilidades en el futuro?
Nosotros creemos que es posible que, entre todos, sumemos. Para ello es necesario que participemos, que busquemos el bien común y busquemos soluciones comunes, partiendo de las necesidades y posibilidades individuales.
Creemos que es una interesante tarea a la que todos estamos llamados a participar.
Nosotros, en nuestra medida, queremos contribuir a ello.
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Ginés Marín Iniesta