Trasfondos de Aljucer
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domingo, 1 de marzo de 2015

Desde este roal...

Trasfondo n º 54

Un rincón del Partidor Nuevo, Acequia Mayor Alquibla, Aljucer


¡Viva la vida!, ¡Viva la sencillez!, ¡Viva lo natural!, ¡Viva!

Vive intensamente, con pasión. ¡Vive!

Hoy volvemos nuestra mirada a las acequias de Aljucer. A la mayor de nuestras acequias, la Acequia Mayor Alquibla. 

Hoy nos deleitamos en observar un momento captado por Ricardo de un rincón del Partidor Nuevo, paraje emblemático para los aljucereños. 

La fotografía nos ofrece elementos de reflexión. Y es un grito sordo, que queremos, en cierto modo, hacer sonido, en estas letras para ti. Queremos ir más allá de la fotografía. 

Y subrayamos la alegría de estar vivos y vivir intensamente.

En primer lugar, ponemos nuestra mirada en los elementos. Piedra, agua, vegetación, luz, oscuridad, movimiento. Cada uno, por sí mismo, tiene su sentido y su interés. Mezclados, relacionados, mucho más. 

Piedra: dura, inerte, símbolo de obstáculos, de problemas, de muerte, incluso. En la imagen enmarca todo lo demás, es el límite, hasta donde se puede llegar, una barrera, un punto de llegada. Las piedras permiten a los huertanos encauzar la acequia. 

Agua: indispensable para vivir, que cuando fluye, como en la fotografía, es símbolo de vida. Agua, en un lugar donde no sobra, es fuente, es esperanza, es posibilidad. 

Vegetación: seres vivos, verdes, vida. En este caso, pequeñas, que nacen en los huecos que las piedras dejan. Dan color a este rincón. 

Movimiento: es referencia al cambio, a que no todo es estático. El movimiento trae y se lleva. Da y quita. 

Luz: la presencia de nuestro magnífico cielo en nuestra foto, tan solo con el reflejo de esta luz que ilumina con sutileza este rodal, o como decimos en Murcia, "roal", perfila los colores, los matices, señala. 

Oscuridad: La ausencia de luz, se alberga en las rocas, oculta y, a la vez, resalta, indirectamente, las partes iluminadas.

En este pequeño espacio que os presentamos observamos la esencia de lo que somos o hemos sido en la Huerta de Murcia, vida entrelazada con muerte, luz y oscuridad, movimiento, trabajo por hacer posible la vida y vivir de esta tierra, agua de vida o de muerte. Y por supuesto, las gentes de la huerta, a los que esta imagen hace referencia, aunque no aparezcan. 

La lucha, el movimiento, el trabajo, la vida, la muerte, el agua, la luz, el cielo, la tierra, la oscuridad, la alegría, el sufrimiento, el éxito, el fracaso...

Todo, entremezclado, nos devuelve una idea aproximada de lo que ha significado vivir en la Huerta de Murcia, y por extensión, en Aljucer, durante muchos siglos. 

Hacemos esta reflexión partiendo de la posibilidad de ver esta imagen, en una foto, pero también si nos acercamos al Partidor Nuevo. 

Por ello, este trasfondo trata de ser una llamada a vivir intensamente, a cada uno de los que nos leéis. 

Pero también, una llamada a la necesidad de que no desaparezcan las acequias, la importancia de su existencia. 

Este patrimonio que, en sus cauces atesora tantos siglos de historia, de luces y sombras, de vida y de muerte, de esperanzas, de alegrías y sufrimientos. 

Un grito sordo que nos cuenta quiénes hemos sido y quiénes somos. Ojalá escuches su voz, ojalá que no las silenciemos. Es más, ojalá seamos nosotros los que les demos voz y las protejamos. 

En el presente, partiendo de nuestro pasado, nos jugamos el futuro. 

Nosotros preferimos uno en el que sepamos de dónde venimos y en el que nuestras señas de identidad sean un punto de partida para encarar lo que venga, encanjándolo en el progreso lógico.

¿Qué futuro quieres tu? ¿Qué opinas? Nos encantaría que lo compartieras.

Gracias por seguirnos. 

Ginés Marín Iniesta

 
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