Trasfondo n º 51:
Campana en la torre de la iglesia de Aljucer al atardecer
Hoy queremos que miréis hacia arriba. Queremos que busquéis la torre de la iglesia de Aljucer. Queremos que os fijéis en ella.
La torre - campanario de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores es una construcción emblemática, de esas que, viéndola y conociéndola, eres capaz de saber a qué lugar se refiere.
Partimos de una preciosa foto de Ricardo, en la que su propia sombra aparece en la imagen, como un testigo de la interesante panorámica que ofrece el campanario de Aljucer y su entorno. A su vez, la sombra que proyecta, puede representar a la gente que ha cuidado y se ha hecho cargo de este lugar a través de los siglos. También puede representar a todos los aljucereños que, han ido haciendo su vida conectados con la torre y los mensajes que proyecta.
Y esa segunda dimensión del campanario, la de emisor de mensajes, queda retratada en la campana que aparece en la fotografía. Las campanas hablan.
La torre de la iglesia de Aljucer tiene cuatro campanas. La más grande, llamada Nuestra Señora de los Dolores, patrona de Aljucer, de los años setenta, que se orienta hacia el Norte. La segunda en tamaño, Cristo Rey, la más antigua de las que hay ahora mismo en el campanario, de los años cuarenta, que se orienta hacia el Este. La tercera en tamaño, de nombre Virgen del Rosario, advocación con una honda trayectoria histórica en Aljucer, de los años setenta y que se orienta al Oeste. Por último, la cuarta en tamaño, y la que podéis ver en la foto, orientada al Sur y que no tiene marcada ni nombre ni fecha.
Pues bien, estas cuatro campanas que sustituyen a otras anteriores que fueron desapareciendo, bien por su vejez, bien como consecuencia de otros acontecimientos en el pueblo. Por ejemplo, en la Guerra Civil, además de la quema del templo, las campanas fueron descolgadas para usar su metal para otros menesteres.
Las campanas, junto con el reloj, nos han ido marcando el tiempo a los aljucereños durante muchas generaciones. Han significado los días de fiesta, han informado de la muerte de los vecinos, han avisado de catástrofes, han marcado los tiempos en el transcurrir cotidiano de los días, en las tareas agrícolas, en los riegos...
Desde finales del siglo XVIII, fecha de su construcción, su presencia en Aljucer, hace más de 200 años, ha sido una referencia para los vecinos de Aljucer.
A su vez, la torre, y el templo en general, debido a su ubicación, ha sido testigo de muchos y diferentes eventos de distinto tipo a lo largo de más de dos centurias. Ha visto cambiar el paisaje y las gentes de este lugar, desde un mirador privilegiado.
Y esta tercera dimensión del edificio también ha sido captada por Ricardo en la foto que nos brinda.
Podemos apreciar parte del paisaje que se puede apreciar al sur de Aljucer. En este, nuestro álbum del actual Aljucer, se puede apreciar la joven Calle Iglesia y construcciones modernas y un pequeño espacio donde todavía resiste el viejo Aljucer, en donde se puede observar un pino, en el llamado Rincón de los Sánchez y en el que ya fijamos nuestra mirada en un trasfondo.
Sin duda, con fotos anteriores, podríamos comprobar cómo ha ido cambiando la fisonomía y el paisaje de Aljucer. Y sin embargo, la torre, como testigo, a lo largo del tiempo.
Hay una dimensión más que recoge la foto. La luz. La luz del atardecer. El ocaso.
Quizás no es el mejor momento para este tipo de construcciones, olvidadas, que van perdiendo su función social.
En este sentido podemos observar cómo la torre de la iglesia, en otro tiempo punto de referencia para situar al pueblo, ha sido rodeada e incluso ocultada por otras construcciones más modernas. Ya no es posible observar la ciudad de Murcia desde el campanario. En algunos casos, los edificios están tan cerca que sólo puedes ver este tipo de edificaciones.
No es una crítica, es un hecho. Los edificios están construidos por personas y las personas han arrinconado la función y el papel que este lugar ha tenido a lo largo de los años. Su cometido actual dista mucho de aquel de se le dio en el pasado y lo hemos hecho patente con el actual desarrollo urbanístico del pueblo.
Sin embargo, nos alegramos de que, a pesar de su devenir, siga en pie, siga acompañándonos, siga marcando las horas y el sonido de sus campanas y la propia torre sea una referencia, para el que quiera, de una forma de vida que se fue y de la que queda constancia.
Esta vez, en este trasfondo, lo que queremos es que levantes la vista, que mires hacia arriba, que busques el viejo campanario y sus campanas y que reconozcas en él un trocico de la historia de este pueblo, que todavía nos acompaña, que todavía podemos disfrutar y que forma parte de nuestro paisaje, de nuestra historia y de la imagen de Aljucer que nuestro pueblo, actualmente, aún proyecta.
Queremos agradecer, antes de terminar, la inestimable ayuda del párroco, Patricio Ros y de Juan Pedro Fernández. Gracias por hacer posible esta foto.
Queremos agradecer, antes de terminar, la inestimable ayuda del párroco, Patricio Ros y de Juan Pedro Fernández. Gracias por hacer posible esta foto.
Nos encantaría saber qué te sugiere el campanario y sus campanas. ¿Lo compartes?
Gracias por seguirnos.
Ginés Marín Iniesta